Merkel quiere una Europa más unida después de reunirse con Trump
La canciller alemana Merkel apuesta por una nueva Europa que defienda sus intereses por sí misma y ponga “su destino en sus propias manos” tras constatar desavenencias con EE.UU. en las recientes cumbres del G-7 - celebrada este pasado fin de semana en Italia - y de la OTAN. Las diferencias están centradas en el cambio climático - en donde algunas fuentes señalan que Trump habría tomado la decisión de abandonar los acuerdos de París, el presupuesto de defensa y el proteccionismo económico.
Menudo debe ser Trump para que en apenas 48 horas haya logrado que el Gobierno de Merkel esté dispuesta a unir su destino a esa Europa de los PIGS que malgastan el dinero que los alemanes les proporcionan de forma tan solidaria. No hay nada mejor que tener un nuevo enemigo en común para unir las fuerzas de los socios comunitarios. Más allá del personaje Trump, Europa ha de dar un paso adelante en su unificación fiscal y social, centrando sus políticas comunes en el desarrollo de la calidad de vida de todos sus habitantes, haciendo los equilibrios necesarios para no dañar las soberanías nacionales. Y no es por culpa de Trump, sino porque los populismos de extrema derecha han venido para quedarse, y si bien no han ganado las elecciones, aprovecharán todas las ineficiencias del sistema para seguir ganando votos.
El tiempo de los ajustes y los recortes en Europa entra en su recta final con el retiro de los estímulos monetarios del Banco Central Europeo en los dos próximos años. A partir de ahí Europa ha de centrarse en el desarrollo de políticas de desarrollo social que impidan que exista marginación económica en el seno de sus grandes ciudades. Una de las lecciones de las pasadas elecciones francesas es que el voto a la extrema derecha se originó por la exclusión económica de la población y sus consecuencias, no se trataba de una lucha de razas o religiones. Ahí es donde Europa ha de poner su destino en sus propias manos. En unir bajo un modelo de sociedad y no dividir por culpa de un sistema económico.
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