México: tan lejos de Dios y tan cerca de Estados Unidos
Cerca de 3 000 kilómetros separan a México de Estados Unidos. La construcción de un muro entre ambos países pasó de una promesa electoral a un hecho.
A menos de una semana de instalarse en la Casa Blanca, el presidente Donald Trump firmó un decreto para poner en marcha ese proyecto.A pesar de las reacciones, la medida no es nueva porque desde 1994 Estados Unidos ha colocado vallas por 1 050 kilómetros de la frontera. En una entrevista con la cadena ABC, una de las primeras que ofreció, Trump dijo que «de alguna forma México reembolsará el importe a Estados Unidos».
Para costear el muro, Trump quiere que México pague lo que no debe y para ello pretende imponer el 20 por ciento a todos los productos hechos en la nación azteca que sean importados por Estados Unidos. El secretario de Prensa, Sean Spicer, dijo que así se ingresarían la cantidad necesaria para la construcción, la cual tendrá un costo estimado de entre ocho y 20 000 millones de dólares. Desde la residencia oficial de Los Pinos, Enrique Peña Nieto, aseguró que lamentaba y reprobaba la decisión de levantar un muro que «desde hace años, lejos de unirnos, nos divide».
Según el republicano el muro contendrá la migración ilegal y los cárteles de la droga. Sin embargo, el analista mexicano en temas de seguridad Alejandro Hope declaró a la agencia china de noticias Xinhua que suponer que un muro frenará el narcotráfico muestra un total desconocimiento de la dinámica del contrabando de drogas y su consumo en Estados Unidos. «Toda la heroína que se consume en Estados Unidos en un año cabe en 2000 maletas. Solo se tienen que pasar siete maletas al día para surtir toda la heroína», añadió. Y respecto a los inmigrantes, el muro agudizaría la crisis, lejos de resolverla.
Por su parte, el profesor de la Universidad Iberoamericana, Genaro Lozano, comentó al diario The New York Times que este era un momento «sin precedentes en la relación bilateral». «En el siglo XIX, tuvimos una guerra contra Estados Unidos; ahora estamos en una guerra de menor intensidad, una comercial por el TLCAN y una sobre migración por las medidas que se acaban de anunciar», señaló, aunque el tema quedó semipúblico y no se ha hablado más de él sigue presente.
Una manera peculiar de protestar contra la idea del muro la tuvo la marca de Cerveza Corona. Con la etiqueta en la red social Twitter #AméricaesGrande lanzó un comercial en el que le dice a Trump que América no es un país, es todo un continente. El vídeo publicado hace unos meses registró cuando fue subido a Youtube más de seis millones de reproducciones.El lema Desfronterízate fue usado para remarcar el comercial protagonizado por el actor mexicano Diego Luna. “A todos nos molesta el muro que nos quieren construir, pero también deberían molestarnos los muros que tenemos acá”. El actor invita a los mexicanos a acabar con los prejuicios y creencias que limitan su potencial.
El fenónemo no es nuevo. Ya Coca-Cola había lanzado campaña en Estados Unidos a finales de 2015 donde ponía apellidos latinos en las latas de sus productos. En mayo de 2016 la aerolínea Aeroméxico de mayo de 2016, una voz en off habla sobre el peligro de crear fronteras ideológicas y físicas. Hasta el cantante y compositor español Joan Manuel Serrat dijo al diario mexicano La Jornada que el muro no solo está separando al continente americano: “nos está separando a los que creemos que no deben existir muros y peleamos por abrir caminos”.
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