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miércoles, 31 de mayo de 2017

Otro (triste) episodio en la leyenda de Tiger Woods

Por Aliet Arzola

Tiger Woods fue detenido el pasado lunes en la madrugada y de nuevo han tomado fuerza los comentarios en contra del mejor jugador de la historia del golf

Eldrick Tont Woods, conocido en todo el planeta como Tiger Woods, es el mejor golfista de todos los tiempos, y llevará ese galardón quién sabe hasta cuándo, porque sus logros en los campos no tienen comparación. Woods ha estado 683 semanas en el primer puesto del mundo, es decir, 4.781 días presumiendo de la posición más destacada del golf. Por si fuera poco, ese dominio incluye dos períodos excepcionales, uno de 264 semanas consecutivas en la cima universal y otro de 281, este último récord absoluto.

Sin embargo, ahora mismo el estadounidense es solo una sombra de ese jugador monstruoso, lastrado por varios escándalos que comenzaron en el 2009 cuando el tabloide National Enquirer develó una relación extramarital con Rachel Uchitel, manager de un club nocturno en Nueva York. A partir de aquello, su matrimonio con Elin Nordegren se desvaneció, múltiples marcas rescindieron sus contratos de publicidad con Woods, y se acrecentó una baja notable en el juego, al punto de que el hombre invencible durante más de cinco años veía escapar el primer lugar mundial el 30 de octubre del 2010.

Si bien Tiger mostró algo de recuperación entre 2013 y 2014, ahora mismo ha caído en el punto más bajo de su carrera, no solo por ocupar el puesto 876 del ranking global, sino porque otro escándalo ha tocado a su puerta en Júpiter, Florida, donde la policía local lo apresó el lunes en la madrugada al encontrarlo dormido en su auto en medio de la carretera, aparentemente borracho.

“Estaba adormilado y tenía problemas para levantarse, hablaba despacio, poco fluido, y le costaba caminar sólo. No podía mantener la posición inicial, ni seguir la línea, se balanceaba con los brazos…”, expresa el informe policial, en el que, no obstante, también se aclara que las dos pruebas de alcoholemia realizadas dieron negativas.

Tras pasar pocas horas en prisión, Woods fue liberado sin fianza y expresó en un comunicado sus disculpas por el incidente. “Lo que ocurrió fue una reacción inesperada a unos medicamentos recetados. No me había dado cuenta de que la mezcla de medicamentos me había afectado tan fuertemente”, señaló.

Al parecer este consumo de medicinas está vinculado a la operación quirúrgica a la que se sometió hace poco más de un mes para aliviar dolores en su espalda, la cuarta que se le practica desde que comenzaron sus molestias en el 2014. Este percance ha hecho recordar el choque contra un árbol que el propio Woods protagonizara en el 2009, cuando se desencadenaron los comentarios sobre su infidelidad.

“Entiendo la gravedad de lo que hice y asumo la total responsabilidad por mis acciones. Quiero pedir disculpas de todo corazón a mi familia, amigos y fans. Yo también espero más de mí mismo. Haré todo lo que este en mi poder para que esto no vuelva a suceder”, escribió Woods arrepentido, pero lo cierto es que estos sucesos han lastrado por completo la credibilidad del jugador, considerado como el Atleta de la primera década del siglo por la agencia Associated Press.

Fuentes