Enviar por email

tu nombre: email destino: mensaje:
Nombre de Usuario: Email: Contraseña: Confirmar Contraseña:
Entra con
Confirmando registro ...

Edita tu perfil:

Usuario:
País: Población: Provincia:
Género: Cumpleaños:
Email: Web:
Como te describes:
Contraseña: Nueva contraseña: Repite contraseña:

miércoles, 31 de mayo de 2017

Primera conferencia de Estados contra la pesca ilegal en Oslo.

Por Elizabeth Almeida

La FAO llama a erradicar el flagelo de la pesca ilegal en la Conferencia mundial.

La pesca ilegal no declarada ni reglamentada se estima en 26 millones de toneladas anuales y cuesta entre 10.000 y 23.000 millones de dólares al sector pesquero, según estimaciones de la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura, FAO. Por ello inició ayer en Oslo, Noruega, la primera Reunión de las Partes del nuevo tratado de esa organización internacional dirigido a combatir la pesca ilícita. La FAO declaró previamente en un comunicado de prensa que el Acuerdo sobre medidas del Estado rector del puerto destinadas a prevenir, desalentar y eliminar la pesca ilegal, que entró en vigor en junio de 2016, cuenta ahora con 46 partes, siendo una de ellas la que comprende a los países miembros de la Unión Europea.

Este Acuerdo limita el ingreso en los puertos de los buques pesqueros que no cumplan con un grupo de normas específicas como son la presentación de las autorizaciones adecuadas para faenar o la muestra de forma precisa de las especies y cantidades capturadas. Asegurando también de esata manera se tomen acciones concretas para impulsar la pesca sostenible. “Este tratado señala un verdadero cambio radical en el compromiso de la comunidad internacional de combatir la pesca ilícita de manera concertada y conjunta”, aseguró Árni M. Mathiesen, director general adjunto de la FAO para Pesca y Acuicultura.

La reunión de Oslo es la primera reunión de las partes del acuerdo y se espera que defina las responsabilidades de los Estados involucrados, así como de las Organizaciones regionales de gestión pesquera y otros organismos internacionales. La FAO adquiere ahora nuevas obligaciones en relación con la implementación de dicho acuerdo, incluyendo el apoyo a una futura reunión de seguimiento, junto con consultas informales eventuales y grupos de trabajo técnicos para discutir cuestiones específicas. Alicia Mosteiro, oficial de pesca de la FAO en Roma también detalló otro importante aspecto a tratar en el encuentro que es definir un mecanismo de transmisión electrónica de la información entre el Estado portuario y la bandera bajo la que opera el buque para que el inspector posea la información necesaria para realizar su trabajo de forma adecuada.

Entre los participantes de alto nivel en la cita de Oslo figuran el presidente de la República de Palau, Tommy E. Remengesau y los ministros de Dominica, Gabón, Gambia, Ghana, Granada, Guyana, Noruega, Santo Tomé y Príncipe, Sudán y Tonga, además del director general de la FAO, José Graziano da Silva quienes darán inicio a los debates que buscarán erradicar de una vez los problemas causados por la pesca ilícita, no regulada ni reglamentada. El primer grupo de trabajo conformado se reunirá a finales de esta semana para evaluar los recursos para garantizar que todos los miembros puedan cumplir sus funciones, incluidos los pequeños Estados insulares en desarrollo cuya ubiacación geográfica los hace poseedores de algunas de las más zonas pesqueras más grandes y ricas del mundo. Este acuerdo es una herramienta imprescindible para alcanzar el Objetivo de Desarrollo Sostenible 14, que pide de forma explícita que se ponga fin a este tipo de pesca  para el año 2020.

Noruega, sede de la cita, es una de las naciones que más ha laborado en contra de la pesca ilegal en la última década. Uno de los casos más conocidos sin duda fue el de la millonaria multa que impuso el país a un arrastrero coruñés con base en Vigo Arosa Quince que ascendió a un total de 1,9 millones de euros y que constituye una cifra récord en sanciones de este tipo. Los cargos presentados contra la embarcación fueron esencialmente manipular el diario de capturas, pescar piezas de menor tamaño al reglamentario y negarse al traslado a otra zona.