El chocolate, dios de la inteligencia
Los científicos cada vez estudian más las singularidades de los distintos tipos de alimentos. Lo cual no quiere decir, para nada, que estas investigaciones coincidan en cuanto a resultados respecta. Uno de las bebidas más cuestionadas es el café. Sin embargo, existen otros alimentos sobre los que pocos se atreverían a pronunciar una palabra en contra, tal es el caso del cacao y su derivado, el chocolate, uno de los alimentos más populares del mundo. Internacionalmente es conocido por sus efectos positivos para el organismo, los nutrientes que posee y un sabor muy agradable son dos ventajas que muy pocos productos pueden conjugar.
El chocolate es oriundo del continente americano. Los europeos lo conocieron a su llegada al “Nuevo Mundo”, pero en aquel entonces distaba del sabor actual y se consumía en forma de bebida y sin ningún endulzante. Por tanto, el sabor amargo era su característica principal y no resultaba muy atractivo. No fue hasta que los colonizadores decidieron mezclarlo con miel, que la bebida se popularizó en toda Europa, convirtiéndose en un símbolo del buen gusto, principalmente en el invierno cuando una taza de chocolate caliente animaba las noches y las tertulias de muchos países europeos.
Su consumo masivo tiene dos razones, principalmente: sus efectos positivos para el organismo gracias a sus nutrientes, y el agradable sabor dulce. Pero los fanáticos del chocolate no están conformes y quieren demostrar que su favorito es el alimento ideal. Así lo corrobora un estudio reciente de una universidad italiana.
La investigación fue desarrollada por Valentina Socci y Michele Ferrara, ambas de la Universidad de L´Aquila. La misma demostró que el chocolate mejora el funcionamiento cerebral. El grano de cacao (materia prima del chocolate) contiene una gran cantidad de flavanoles. Estos son compuestos naturales con efectos neuroprotectores. Según se detalla en el estudio, al consumir el chocolate en cualquiera de sus variantes aumenta el nivel de flavanoles en el organismo provocando un aumento de la circulación sanguínea cerebral y en consecuencia un aumento de la eficiencia del órgano rector del organismo. La función más beneficiada es la vista, pues en la mayoría de los casos se realizó un procesamiento más rápido de la información visual.
Al mismo tiempo se evidenciaron otras mejoras en el funcionamiento del organismo, las cuales, si bien no se registran con los mismos niveles de intensidad que la anterior, se hacen perceptibles. Por ejemplo, se incrementa la memoria de trabajo y mejora el nivel de calidad de las actividades realizadas por las personas que padecen de privación crónica del sueño. El estudio es muy reconfortante para los adictos a este esquicito alimento, pues ahora tendrán muchas más razones para consumir chocolate.
Luego de las demostrado que el chocolate mejora la actividad cognoscitiva del hombre, seguramente el número de consumidores crecerá. Para aquellos que ya padecen de la “adicción” a una droga muy saludable, de seguro incrementarán la dosis diaria. Para las principales comercializadoras del producto este hallazgo representa una oportunidad inmensa y un elemento más para atraer un mayor público; esta vez con algo mucho más material que el buen aroma y el sabor característicos del chocolate. Cuando de fomentar la cognición se trata, muy pocos dudarán en comprar la fórmula perfecta. Por último, cabe añadir que los resultados se basaron en el consumo de chocolate negro, conocido tradicionalmente como el chocolate verdadero.
De ahora en lo adelante debemos reconsiderar nuestros rituales para aprobar los exámenes incluyendo una buena taza de chocolate acompañada con una sustanciosa barra, como para que no haya lugar a dudas. De seguro más de una prueba sentirá el efecto del chocolate.
