Enviar por email

tu nombre: email destino: mensaje:
Nombre de Usuario: Email: Contraseña: Confirmar Contraseña:
Entra con
Confirmando registro ...

Edita tu perfil:

Usuario:
País: Población: Provincia:
Género: Cumpleaños:
Email: Web:
Como te describes:
Contraseña: Nueva contraseña: Repite contraseña:

lunes, 31 de julio de 2017

El mensaje que escogió el Rey para el aniversario olímpico

Por JoseGabriel

El martes pasado se cumplieron los 25 años de la celebración de los Juegos Olímpicos de Barcelona 92 y el acontecimiento fue recordado con especial relevancia. En la ciudad sede del evento, uno de los mejores de su tipo en la era moderna, se celebró un especial acto de homenaje al que, como no, asistió el rey Felipe. Con independencia de que los ánimos y el debate no estén muy apacibles por la convocatoria y trámites de la Generalitat de Cataluña para un referéndum unilateral e ilegal, el monarca no desaprovechó la ocasión para patentar su gran consideración por los Juegos y su sede, ni para lanzar un mensaje claro: unidad.

Ante 700 personas reunidas en el Centro de Alto Rendimiento (CAR) de Sant Cugat, que este martes también cumplió un aniversario cerrado, el número 30, el monarca insistió en la necesidad que tiene España de preservar esa “unidad de acción” que llevó al éxito de los históricos Juegos Olímpicos de Barcelona 92. Lo reiteró una y otra vez, haciendo de la unidad la palabra clave de su mensaje, lanzado en presencia del presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont. "Quiero reafirmar mi convicción de que todos juntos continuaremos nuestra trayectoria impulsando, mejorando y acrecentando el progreso que hemos sabido lograr durante décadas de esfuerzo solidario, de espíritu de concordia y de confianza en el futuro", manifestó Felipe VI frente al principal impulsor del referéndum y otras importantes figuras del Gobierno Central y la esfera deportiva como la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz, y el presidente del COI, Thomas Bach.

Antes de la intervención del monarca, Puigdemont, había resaltado el compromiso de todas las instituciones en el éxito de aquel megaevento deportivo. Según consideró, los Juegos fueron "el reflejo de la forma de actuar de los catalanes, basada en el multilateralismo, el diálogo y el pacto". Sin dudas, sus palabras, así como las del rey, contuvieron las claves de la posición de la Genralitat, opuesta frontalmente a la del Gobierno Central.

El presidente catalán aludió a lo deportivo y ratificó el compromiso de Cataluña con el Movimiento Olímpico, que, dijo, es un “abanderado de la paz y la libertad que aglutina a todo el mundo para crear una sociedad más justa gracias al uso del deporte". Sin embargo, lo político y la alusión a una eventual Cataluña independiente estuvo implícito. Fue como si se respirase en el aire. Felipe VI siempre lo supo y su discurso estuvo centrado en una España unida. "Los Juegos del 92 pusieron de relieve los que somos capaces de hacer y los grandes éxitos que podemos conseguir cuando trabajamos conjuntamente en una misma dirección y sumamos los esfuerzos de todos", insistió en otro momento de su parlamento, buena parte del cual, seguro para presumir inclusión e integridad, pronunció en catalán.

Pese a la obvia tensión no se registraron incidentes muy incómodos que dañasen la imagen y propósito del acto, al menos entre las principales figuras. Entre los asistentes sí hubo uno que ondeó una estelada y que, cuando los servicios de seguridad se la arrebataron, sacó una pancarta con el letrero “Volem votar” (Queremos votar).