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domingo, 2 de julio de 2017

El silencio de los fusiles que tanto esperaba Colombia

Por LauraB

La mayor guerrilla activa en Colombia, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP) está a un paso de la política. El grupo insurgente culminó el proceso de dejación de armas pactado como parte del proceso de paz que desarrolló con la presidencia de Juan Manuel Santos. Simbólicamente, significa el inicio del fin de un conflicto de más de medio siglo.En la década de los años 90 el Movimiento 19 de abril (M-19) y el Ejército Popular de Liberación (EPL) vivieron un proceso parecido de dejación de armas. Ambos movimientos guerrilleros se reinsertaron a la vida política de la nación sudamericana.

Todo el mundo está a la expectativa ahora del próximo paso de las FARC-EP convertirse en partido político. El fantasma de la duda ronda nuevamente. En 1984 las FARC-EP entablaron un diálogo con el entonces presidente Belisario Betancour del cual salió Unión Patriótica.La UP logró elegir 16 alcaldes y 256 concejales, y 16 representantes al Congreso de Colombia. Sin embargo, en dos décadas de ejercicio político más de 3 mil de sus militantes fueron casi exterminados.

De los llamados Acuerdos de La Uribe la guerrilla se comprometió a  dejar el secuestro y la extorsión, pero no las armas. Ello le dio argumentos a la extrema derecha para ejecutar el exterminio de la UP.

Entre los factores del fracaso que la historiografía recoge están las dudas creadas en torno al compromiso político de la guerrilla fundada en 1964. Muchos representantes de la élite colombiana interpretaron el nuevo partido como una extensión de la lucha de las FARC-EP.

Del otro lado, estaban los militantes de izquierda, profesores y otros quienes sí creían que el partido político era la solución más democrática al conflicto armado.

La frustración de la guerrilla reavivó la confrontación porque le dio la oportunidad de rearmarse y, obviamente aumentó su desconfianza ante posibles y venideros encuentros de paz.

Los enemigos del proceso de paz ignoraron a la UP. El epílogo de la Unión Patriótica sobrevendría en 2003, cuando el Consejo Nacional Electoral le quita la personería jurídica al movimiento que no pudo sacar más de 50 mil votos en las elecciones de 2002. Ese sería el final jurídico de este movimiento y el de uno de los capítulos más sangrientos de la historia del país.

La primera guerrilla activa más importante en la nación sudamericana y el actual gobierno del presidente Juan Manuel Santos se sentaron a la mesa de negociaciones a finales del año 2012 en Cuba. El objetivo fue agendar un acuerdo de paz que firmaron el 24 de noviembre del año pasado y que puso fin a más de 50 años de conflicto armado interno.