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jueves, 6 de julio de 2017

Evita el insomnio mediante el yoga

Por Janet

Se deduce según varias especulaciones que la tercera parte de la población padece de perturbaciones del sueño y de estos afectados, el 40% padece de insomnio. Este trastorno no solo se trata de un problema nocturno, sino se conoce, que el no dormir afecta en muchos de los métodos vitales que se realizan mientras duermes, como es el caso de la reparación celular. Existen varias técnicas naturales que permiten lograr alcanzar el sueño sin tener que llegar a consumo de fármacos. Tal es el caso de la práctica del Yoga. Esta forma de ejercitarnos tan conocidas por muchos pero muy poco usada por todos.

Cynthia Garibay, entrenadora y maestra de Yoga, explica que este brinda la posibilidad de ir preparando, tanto la mente y el cuerpo, para que por la noche a la hora de sueño logres estar en calma con facilidad, pues según la entrenadora el sueño no aparece solo en la noche, es un proceso que vas creando durante todo el día. La respiración manejable y profunda, así como las correctas posturas de inversión y de flexión hacia el frente, son excelentes para acomodar el sueño, siendo su principal función la de relajarnos y borrar todas las tensiones que se van acumulando en el día.

Existen varias posturas relajantes que nos ayudan no solo a conciliar el sueño sino también a mantenernos libres de preocupaciones y estrés. Tal es el caso de la Bhada Konasana. Esta posición la logramos sentándonos en el piso, asegurándonos de que los isquiones queden divinamente apoyados sobre la superficie. Luego es necesario juntar las plantas de los pies y dejar que las rodillas bajen hacia los lados; posteriormente coloca tus manos sobre las rodillas, aspira y en la exhalación trata ir bajando las rodillas con la ayuda de las manos hasta que estas logren tocar el suelo. Un elemento importante es no forzar este ejercicio, su progreso será con la práctica y el paso del tiempo.

Otro de las posturas a ejercitar es la Pashimotanasa. Se logra extendiendo las dos piernas hacia el frente, colocando los tus pies en flexo. Respirando, estira el torso llevando tus extremidades hacia arriba, alarga o estira todo o que puedas y en la exhalación déjate caer lentamente manteniendo los brazos extendidos hacia arriba e intenta tocarte la punta de los pies. Si es un ejercicio posible para ti, aguanta tus dedos pulgares de los pies y trata de pegar la panza lo más que puedas a tus piernas.

El Janu sirsasana, se logra desde la postura antes mencionada, flexionando la pierna derecha y tratar de acercar el talón hacia el perineo. Nuevamente respira, estira el torso y eleva los brazos intentado tocar el cielo; en la exhalación, envíalos hacia el frente lograr tocar el dedo pulgar de tú pie izquierdo. Esta rutina es necesaria repetirla pero del lado contrario.

Otra de las tantas posturas aconsejables para la relación y conciliación del sueño es Adho Mukha Svanasana, para ello es necesario colocarnos en cuatro puntos, o sea las rodillas y las manos al piso, además hay que vigilar que nuestras muñecas se encuentren en línea con los hombros y las rodillas separadas al mismo ancho de las caderas; y poco a poco ir llevando las piernas hacia arriba.

Por último para lograr la combinación perfecta se encuentra la Tadasana, se dice que es la postura de culminación de todo el proceso de relación. Se logra poniéndonos de pie y continuando con la inspiración suave y profunda hasta que sentir que nuestro cuerpo ha logrado entrar en calma y des estresarse.

Esta técnica se usa debido a que muchos de las perturbaciones de sueño, como el insomnio, son consecuencia de estados psíquicos determinados por la ansiedad, depresión o incertidumbre. Para lograr dormir apropiadamente es necesario calmar las agitaciones de la mente, la respiración y reducir la presión sanguínea. Por tanto es muy fácil deducir que cuando tenemos una vida crecida de estrés, el insomnio estará presente.

Hacer estas rutinas nos ayuda a la normar los estados mentales y físicos que median en el descanso, practicar una frecuencia suave y dedicada a relajarnos, no solamente facilita conciliar el sueño, sino que la persistencia hará que el hecho de llegar tranquilo a la cama, se convierta en un hábito.