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lunes, 17 de julio de 2017

Federer es pura maestría

Por Aliet Arzola

El idilio de Roger Federer con Wimbledon es eterno. Así lo demostró por enésima ocasión el tenista suizo, quien volvió a mostrar la belleza y brillantez de su juego en las semifinales del torneo londinense, en las cuales desbancó al checo Tomas Berdych por 7-6, 7-6 y 6-4. Fue un partido cerrado, pero con claro dominio del máximo ganador de Grand Slams en la historia, quien ofreció trances exquisitos con sus golpes paralelos y acertados ataques a la net. En la final, Federer se medirá al croata Maren Cilic, superior 6-7, 6-4, 7-6 y 7-5 en su duelo contra el estadounidense Sam Querrey.

El suizo arrancó con el pie en el acelerador y tuvo oportunidades de quiebre en el mismo primer juego, pero no logró concretarlas. No obstante, poco después sí desarticuló el servicio de Berdych, a lo que el checo respondió con otro break que alargó la primera manga hasta el límite de la muerte súbita. Federer, quien no perdió la concentración ni tuvo oscilaciones bruscas en su rendimiento, mantuvo el pulso, y justo en el tie break aumentó las revoluciones. La profundidad de sus ataques, la precisión del saque y sus reveses bajaron del pedestal a Berdych, obligado a remar a río arriba contra uno de los jugadores más letales sobre el pasto verde del All England Club.

La historia de la segunda manga fue muy parecida, solo que sin quiebres. De nuevo en el tie break el suizo impuso su clase, cada vez con más confianza en su juego en la net, con el cual no dio margen a Berdych. El checo poco pudo hacer en las escaladas de su rival, quien no perdonó y, basado en pura precisión y técnica, dejó caer bolas frente a las narices de Tomas, o bien a sus costados más lejanos. También impresionó Federer por sus movimientos laterales en la línea de fondo. Allí se desplazó como un maestro y teledirigió golpes paralelos muy pegados a las rayas laterales.

Si el choque se le hizo más largo a Federer fue porque dejó escapar algunas oportunidades de break del segundo set en adelante, aunque es válido señalar que él tampoco concedió muchas, y cuando estuvo en peligro su servicio (marcó 13 aces) y quirúrgico juego en la net le ahorraron males mayores. Para la última manga, Berdych hizo un esfuerzo por sostener su resistencia, pero no pudo evitar el quiebre de su saque en una oportunidad, algo de lo que no se recuperó. Federer avanza a su oncena final en Wimbledon, donde debutó en el lejano 1999.

En su camino hacia la corona aparece el croata Maren Cilic, victorioso en otro duro duelo contra el estadounidense Sam Querrey. Los marcadores dejan claro que mucho se sudó sobre la pista central del circuito londinense, en gran medida por la paridad de dos jugadores que llegan lanzados en busca del pase a la final. Cilic sacó la mejor parte, apoyado en su potente servicio, justo el arma que se prevé explote en su match con Federer. El croata marcó 25 aces y cuando los brazos pesaban en el último set, ganó el 100% de los puntos con su primer servicio, una pincelada de su poderío en la materia.