Internet, el gran desconocido
El biógrafo de Internet, Andreu Veá Baró realizó una ponencia dentro del marco del foro Smart City Expo Latam Congress, en la ciudad de Puebla en México. Con esta ponencia, esta reconocida personalidad abordó diversos aspectos de la red de redes, desde su surgimiento hasta su aplicación en estos días. Además, como bono y para la sorpresa de muchos abordó varios problemas que ha ido visualizando con el paso de los años y que surgen debido al propio desarrollo de las fuerzas productivas que continuamente impulsa Internet. De manera general demostró que conocemos muy poco de eso que necesitamos tanto. Por ello como mínimo nos debemos a nosotros mismo conocer más acerca de esto que usamos todos los días.
La tecnología ha marcado fuertemente el desarrollo constante de nuestra civilización, y en tal sentido se le pueden acuñar disímiles beneficios y amenazas. La mayoría de las personas concordarían al afirmar que el aspecto tecnológico ha sido el responsable de una notable mejoría en la calidad de vida de todos, más allá de todo lo que representa para cada una de las ramas de la economía y hasta su papel en la política. No sabría afirmar si es algo bueno o malo, o una mezcla de ambos, que hoy día, somos incapaces de visualizar nuestras vidas sin la tecnología. Esta es esclava de nosotros como nosotros de ella, en fin, una hermosa (hasta ahora) relación simbiótica. Para mayor detalle, habría que leer a Andreu Veá Baró, la persona que muchos consideran como el “biógrafo de Internet”, el hombre que conoce a la red de redes mejor que ella misma.
Y es que, en una ponencia realizada recientemente por nuestra personalidad en cuestión, afirma que “Internet es como los perros: un año equivale a siete de la vida real” y así nos empezamos a adentrar en lo que se conoce como la red más compleja y más grande de todas. En esta ponencia, la cual tituló “El Internet de las cosas que importan”, señaló muchos elementos que la mayoría de nosotros desconocemos, y que como mínimo, nos brindan una imagen en gran escala del funcionamiento del Internet.
Como parte de la organización no gubernamental “Internet Society”, Baró se dedica a estudiar el desarrollo mundial del Internet. El dominio que ha adquirido es envidiable, y por ello, en las pocas veces que tenemos la oportunidad de adentrarnos en su cerebro hay que aprovecharlo. La ciudad mexicana de Puebla fue el último lugar afortunado que contó con su presencia bajo el marco del foro Smart City Expo Latam Congress.
Según Baró, todos usamos Internet, pero realmente conocemos poco de su surgimiento o de aquellas personas responsables por su creación. Después de 19 años de investigación y poco más de 300 entrevistas, este hizo palpable la ignorancia sobre las redes que todavía presentan las personas. Utilizó la oportunidad para sensibilizar su libro “Cómo creamos Internet” del 2013, donde expone de manera magistral la historia de la red global, donde podemos aprender desde la creación del Router hasta los mismísimos dominios “.com” o las páginas web.
Posteriormente, mencionó los marcados beneficios que hemos logrado con Internet dentro los cuales figuran diversas aplicaciones para ramas esenciales como la medicina donde se han logrado grandes avances, o hasta los procesos industriales, los cuales han sido capaces de desarrollarse más rápidamente y a costos menores gracias a la simplicidad de procesos que brinda el Internet. Pero siguiendo la misma línea, continuó su ponencia mencionando el lado oscuro de Internet. De acuerdos a cálculos que realizó, estima que, en un marco de 20 años, van a desaparecer un 50% de las profesiones que tenemos hoy, debido a que este continuo desarrollo es guiado por una fuerza invisible que ejerce Internet. No es menos cierto que surgió para facilitar las vidas de las personas, pero ha trascendido esta frontera hasta resultar un limitante al devenir de estas.
Ahora más que nunca, es necesario comprender más de aquellas cosas de las cuales somos prácticamente dependientes. Internet, vendido como la solución de todos nuestros problemas, es sinceramente mucho más que esto. Desgraciadamente por mucho que facilite la vida de todos, esta “mejoría” tiene grandes costos en la libertad de nuestras vidas. Solo es cuestión de tiempo antes que se afirme que sin Internet no podemos vivir, y en ese momento lo que se creó para ayudar, terminará siendo lo que nos domina.
