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lunes, 17 de julio de 2017

Italia aplaza la discusión sobre la ciudadanía de los inmigrantes

Por Nilyam

Cuando pase el verano y llegue el otoño será cuando volverá a la palestra pública, especialmente en los predios del Senado italiano, el proyecto de ley sobre el otorgamiento de la ciudadanía a los hijos menores de inmigrantes nacidos en ese país europeo. El primer ministro, Paolo Gentiloni, informó recientemente que por lo ajustado del calendario y los obstáculos que aparecieron en ciertos sectores del gobierno en la cámara alta del legislativo, no existen las condiciones necesarias para aprobar este decreto ley antes del receso veraniego. Dijo que además se trata de una ley justa y que se mantiene el compromiso del gobierno italiano de aprobarla próximamente.

La discusión en torno a esta nueva legislación gira en torno a dos conceptos jurídicos: el ius soli y el ius sanguinis. Ambos conceptos, que provienen del latín, hacen referencia al derecho de adquisición de la ciudadanía por el solo hecho de nacer en un territorio y por lazos sanguíneos que se heredan de padres a hijos. Actualmente, la ciudadanía en Italia se puede tener, al nacer, por el ius sanguinis, de modo que a los hijos solamente les será otorgada por vía indirecta, como descendientes, una vez sus progenitores la adquieran, luego de pasados 10 años de residencia legal en el territorio nacional.

En caso de ser aprobada por el Senado la propuesta de ley sobre el otorgamiento de la ciudadanía a los hijos menores de inmigrantes nacidos en ese país, ya entonces los menores extranjeros nacidos en Italia, tendrían derecho a acceder a la ciudadanía. Igualmente serán beneficiados por la ley los niños que hayan llegado a territorio italiano y que sean menores de 12 años, que hayan asistido a una escuela por lo menos cinco años y superado el nivel elemental o el medio.

Luego de hacerse pública esta decisión, en torno al debate sobre este proyecto de ley, se ha enrarecido el clima dentro de las más altas instancias de la política italiana, donde en algunos sectores se critica fuertemente al gobierno, sobre todo los de extrema derecha, por la gestión del creciente flujo migratorio y los resultados que han arrojado las encuestas. Algunas de estas manifiestan la presencia de una opinión pública generalizada contraria a esta iniciativa y a la acogida de una gran masa de inmigrantes que arriesgan cada día hasta la vida por llegar al Viejo Continente con la aspiración de tener una vida mejor para ellos y para sus familiares que quedaron en naciones donde viven en situaciones precarias.