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domingo, 9 de julio de 2017

La UE lo arriesga todo con sus presiones a Turquía

Por DesdeCuba

La Unión Europea es el mecanismo de integración capitalista más completo que existe hasta el momento. Es por ello que desde su creación un número creciente de países del continente han deseado fervientemente incorporarse al bloque. La última adhesión que se hizo a la unión fue Croacia en 2013. En tanto existen países como Ucrania y Turquía que han estado luchando desde hace un buen tiempo para integrar la membrecía y beneficiarse de todos los mecanismos de cooperación internos que en la UE funcionan. En l caso específico de uno de ellos, Turquía, la situación parece complicarse cada vez más. En tanto para Ucrania las esperanzas son muy remotas pues primero debe de resolverse la viabilidad del estado ucraniano.

En el caso de Turquía el Parlamento Europeo aprobó recientemente una resolución en la que insta a todos los gobiernos a apoyar la suspensión de las negociaciones con Turquía de implementarse la reforma constitucional sin modificaciones. Dicha reforma se llevó a cabo en abril y fue aprobada por la mayoría del pueblo turco. Las transformaciones planteadas por esta harían a Turquía una república presidencialista otorgando a la figura presidencial poderes como: elegir su propio gabinete, llamar a elecciones de forma anticipada, disolver el parlamento, declarar el estado de emergencia y aprobar leyes. Ciertamente son muchas prerrogativas e implican un fortalecimiento desmedido del poder del ejecutivo, pero o se debe perder de vista que fue ese el deseo de los turcos.

Las negociaciones para la entrada de Turquía estaban estancadas hacía largo tiempo, luego de que Bruselas entregase a Ankara una lista de 72 requerimientos para poder optar por la membrecía. Por su parte, las autoridades turcas cumplieron la mayoría de estos requerimientos pero la contraparte europea siempre ha encontrado algo que dilate las negociaciones. Una de las principales quejas de la UE son las fuertes leyes antiterroristas de Turquía,  pues según ellos sirven para reprimir la oposición. Es curioso que protesten por tal hecho cuando a diario ellos mismos se manifiestan a favor de la lucha contra el terrorismo y la necesidad de respuestas contundentes y efectivas. Además, no se puede pensar en un país como Turquía que se desenvuelve en la frontera de la mayor zona de conflicto mundial con “paños tibios”, si así fuese el nivel de estabilidad interna no sería ni por asomo el actual.

Con anterioridad a la resolución parlamentaria el gobierno turco se encontraba molesto con Europa por sus dilaciones injustificadas. La situación se agravó luego de la débil respuesta de Europa al intento de Golpe de Estado contra el Presidente Erdogan. Con esta nueva noticia las autoridades turcas han manifestado su descontento y afirman no reconocer la resolución aprobada. Al mismo tiempo dijeron estar decepcionados de su contraparte europea de la que esperaban solidaridad y no rechazo.

Luego del referéndum la UE teme, con razón, del poder que adquirirá Erdogan quien declaró que la “Europa enferma pagará por humillar y oprimir a los turcos”. Lo cierto es que la UE no le ha dado muchas razones al presidente turco para confiar en esta y ahora sienten que la situación se les va de las manos, razón por la cual están jugando una carta arriesgada al poner el máximo de presión sobre Turquía. Sin la esperanza de una membrecía en la UE, Turquía tenderá a alejarse mucho en el campo político quedando como único vínculo la OTAN, la cual también sufrirá los embates de la tempestad.

Existen dos escenarios extremos y probables en los que pudiese desencadenar esta situación. El primero, y poco probable, es uno donde Turquía acepte los condicionamientos de la UE. En tal caso, se estría observando otra vez la supeditación de Turquía a los intereses occidentales. El segundo escenario sería una Turquía rebelde que continua con sus planes de liderazgo regional aún sin la membrecía en un bloque que se está debilitando. Si así fuese, la UE estaría facilitando el trabajo a Rusia, quien estaría muy dispuesta a acoger en su esfera cercana a Turquía. En tanto, las consecuencias para la estabilidad de la OTAN y su presencia en la zona no serían muy positivas. Turquía juega un papel importante en ello y sus continuas desavenencias con Bruselas y Washington debilitan la alianza militar y su poder. De igual forma, pudiera darse el caso de que el incidente no pasara de las declaraciones y todo continúe tal cual. Lo cierto es que el último paso de la UE generará en menor o mayor medida un alejamiento de Turquía.