Las mujeres marcadas por la Segunda Guerra Mundial
La mujer también sufrió las consecuencias de la Segunda Guerra Mundial. Recientemente, salió a la luz un vídeo de 18 segundos que constituye una demostración de los abusos contra las mujeres cometidos por el Ejército japonés durante la ocupación a la península coreana. La grabación fue localizada en los Archivos Nacionales de Estados Unidos por miembros del Centro de Derechos Humanos de la Universidad Nacional de Seúl. Estos investigadores señalan que existen similitudes entre lo mostrado en el vídeo y las imágenes tomadas por el sargento estadounidense Edwards C. Fay. Este suceso demuestra cuán difícil ha sido para las mujeres desarrollarse en una sociedad machista que en numerosas ocasiones ha centrado el objetivo de las féminas en el placer.
La segunda Guerra Mundial trajo nefastas consecuencias. Hubo masivas deportaciones a campos de concentración, que se convirtieron en campos de exterminios. Poblaciones enteras fueron masacradas, se realizaron experimentos que involucraban a seres humanos. Fueron usadas por primera vez en una guerra las bombas atómicas, que prácticamente destruyeron las ciudades de Hiroshima y Nagasaki. La población civil tuvo que enfrentar difíciles años de posguerra y como se produjeron grandes cambios territoriales, millones de personas fueron desplazadas. Esos cambios generaron conflictos territoriales y culturales cuyas consecuencias son visibles en la actualidad.
Para las mujeres, la guerra fue particularmente difícil, pues se producían violaciones masivas por parte de los militares. Recientemente, salió a la luz un viíeo de 18 segundos que constituye una demostración de los abusos contar las mujeres cometidos por el Ejército japonés durante la ocupación a la península coreana. Los investigadores surcoreanos que encontraron las imágenes de las mujeres, consideran que esta es, posiblemente, la primera prueba documental de la existencia de las conocidas como esclavas sexuales. La cinta que es silente, en blanco y negro, exhibe a 7 mujeres coreanas frente a tropas estadounidenses y chinas que se enfrentaban a la ocupación japonesa. Una de las mujeres habla con un soldado chino, entre tanto, el resto de los soldados o mira al piso o a la cámara, con visible asombro o miedo. Se piensa que la toma fue realizada en septiembre de 1944, en Songshan, provincia austral china de Yunnan, frente a un prostíbulo utilizado por las tropas imperiales niponas. En aquellos años, a estos lugares, eufemísticamente se les denominaba “estaciones de confort”.
La grabación fue localizada en los Archivos Nacionales de Estados Unidos por miembros del Centro de Derechos Humanos de la Universidad Nacional de Seúl. Estos investigadores señalan que existen similitudes entre lo mostrado en el vídeo y las imágenes tomadas por el sargento estadounidense Edwards C. Fay. Estas últimas fueron dadas a conocer en el año 2000 y también mostraban a esclavas sexuales en la misma “estación de confort”. Una de las mujeres fotografiadas por el soldado fue Park Young-shim, quien se reconoció en las imágenes, donde aparece embarazada.
Según estadísticas, unas doscientas mil mujeres, fundamentalmente chinas y coreanas fueron obligadas a prestar servicios sexuales a soldados japoneses. El fenómeno se hizo llamativo en los años 30, pero cobró auge a fines de la Segunda Guerra Mundial. El gobierno surcoreano maneja una lista con los nombres de las mujeres que fueron forzadas a prostituirse. De ellas, solo quedan vivas 38.
Aunque el gobierno japonés todavía duda de la real existencia de las denominadas “mujeres de confort”; en el año 2015, este aportó mil millones de yenes al gobierno surcoreano para establecer un fondo de compensación para las víctimas; aunque la organización que reúne a las sobrevivientes alegó que no fue tomada en cuenta en las negociaciones del acuerdo, que al parecer, será revisado.
Este suceso demuestra cuán difícil ha sido para las mujeres desarrollarse en una sociedad machista que en numerosas ocasiones ha centrado el objetivo de las féminas en el placer.
