Los transexuales, vetados en el ejército norteamericano
A un avance, un retroceso. A una triunfo de la comunidad gay en Alemania, donde recientemente se aprobó la legalización del matrimonio homosexual, una derrota para la comunidad transexual en Estados Unidos, donde se frena su entrada en el Ejército. Otra polémica medida de la Administración Trump, y que se justifica en la idea de que las personas con esta característica no poseen la “capacidad de defender la nación”. Es por ello que el Pentágono ha anunciado su decisión de aplazar, hasta el próximo mes de enero, la recluta de personas transgénero que fuera aprobada anteriormente por el expresidente Barack Obama.
De esta forma se encienden las alarmas al interior del movimiento LGBT en Estados Unidos. Y es que durante el gobierno de Obama predominó más bien una política de integración de quienes eran considerados “desviaos sexuales”. La Administración demócrata desarrolló en sus ochos años de poder, una política de aceptación plena y eliminación de obstáculos para su tratamiento completo.
La polémica decisión, otra de las tantas que ha generado la Administración Trump, impidió de esta manera la puesta en vigor de abrir las puertas de las fuerzas armadas a las personas transgéneros. En tanto, expertos del Pentágono pidieron que se realizara una investigación para determinar si efectivamente este tipo de ingreso puede disminuir la efectividad de las tropas norteamericanas en distintos escenarios bélicos. El teniente general James Mattis, secretario de la Defensa, ha señalado sobre la importancia de medir cada decisión política con un estándar crítico, y ello incluye asegurarse de cómo afectará a la disposición y letalidad de las fuerzas, la capacidad militar de defender a los Estados Unidos.
Un poco para respaldar desde un punto de vista médico la medida implementada, la Asociación de Médicos de Estados Unidos revela que cerca de 13.000 transexuales ya pertenecen al Ejército, representando tan solo el 1% de quienes militan en sus filas. Aducen que los médicos militares no están preparados para atenderlos y menos para asegurar su correcta transición. Si bien la orden no afectará a los transexuales que ya fueron reclutados, se contempla un fortalecimiento de sus condiciones en los cuarteles para comprobar así su capacidad en el terreno de batalla. Sin embargo, el centro de estudios sexuales Palm Center, que colabora con el Pentágono, dijo que todas estas aseveraciones no tienen sentido porque los reclutas transgénero ya han demostrado con creces su capacidad de servicio en el Ejército.
