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viernes, 14 de julio de 2017

Muguruza contra la dinastía Williams

Por Eme

La tenista hispano venezolana, Garbiñe Muguruza, destrozó en semifinales de Wimbledon, a la eslovaca Magdalena Rybarikova, y tiene ante sí su segunda oportunidad en una final del prestigioso torneo inglés. Hace dos años, Muguruza caía ante la menor pero más exitosa de las Williams, Serena, y para esta ocasión, la mayor, Venus, le aguardará el sábado. La última final de la hispano venezolana, fue en el Roland Garros de 2016 donde levantó el título, y desde entonces no había vuelto a verse equilibrada en un gran torneo. La caraqueña ocupa en la actualidad el decimoquinto escaño del ranking, pero con la clasificación a la final ya se hizo del octavo puesto mundial.

La caraqueña Garbiñe Muguruza lo tiene claro, lo suyo contra la ranqueada familia de tenistas estadounidenses de apellido Williams, ya tiene que ser algo personal. Algo de eso habrá pensado cuando paseó la distancia (6-1, 6-1) ante la eslovaca Magdalena Rybarikova, en semifinales de Wimbledon, y luego supo que la rival no sería otra, que la mayor de las Williams, Venus.

Hace dos años en ese mismo escenario, la hispano venezolana había accedido a su primera gran final, y estaba igual de entusiasmada, pero la más exitosa de las Williams, Serena (ahora de licencia por embarazo) le arrebataría el título. Muguruza sabe que contra esta dinastía tiene que estar enfocada. Frente a la eslovaca no tuvo sincera confrontación en semis, porque desde los primeros compases del match, Garbiñe la acorralaba y le definía en puntos su real superioridad. Rybarikova estaba lista para sentencia, y Muguruza no fue sutil. La destrozó. Garbiñe no le dio vida a su contraria, solo 11 errores no forzados y 22 golpes ganadores frente a los 8 de la eslovaca. 

Por otro lado, Venus, hacía lo mismo, aunque con menos desfachatez, ante la británica Johana Konta por 6-4 y 6-2. Claro, la norteamericana también sospecha que la final del sábado no será nada simple, aunque ella ya sea pentacampeona en la llamada “Catedral del Tenis”. Eso sí, hay que estar atentos a cualquier síntoma de debilidad de la caraqueña, porque aunque se mostró implacable en semifinales, mostró un vendaje muy visible en el muslo izquierdo. Muguruza no ha estado del todo bien físicamente, pues ha sufrido problemas de isquiotibiales durante todo el año, y esto pudiera dar al traste con todo lo anhelado por ella y su colectivo de apoyo, en el que está Conchita Martínez, reina de Wimbledon en 1994.

Muguruza tampoco ha sido descortés, y a Conchita le ha agradecido mucho de lo que ha conseguido en suelo inglés. Con solo 23 años, la nacida en Caracas, pero criada en España, cuenta con un aval de ensueño, tres finales en los principales torneos del tenis (Roland Garros y Wimbledon) y una copa parisiense en sus vitrinas. Será la final de la experiencia contra el talento joven, una casi cuarentona Williams, contra la veinteañera Muguruza. 

Es esta final la más apetecible de Wimbledon, pues en la parte masculina el escocés, y principal esperanza de los aficionados británicos, Andy Murray, se despidió, aunque mantiene el número uno del ranking. Mientras Konta caía despedaza ante Williams, quien le arruinó la fiesta a los locales, que traían grandes aspiraciones de una doble corona.

El objetivo de Venus es mantener el apellido más exitoso del tenis en la cima, y para ello tiene en su hermana, su mejor aliada, pues Serena podrá contarle todos los vericuetos que a simple vista deja ver la hispano venezolana. «Le preguntaré a Serena cómo ganar», dijo en broma, pero bien que puede hacerlo, y un consejo de la reina no vendría nada mal. Lo que sí aseguró es que su hermana sería su inspiración en la cancha. «Trataré de mostrar el mismo coraje en la pista que tendría ella. Intentaré hacer las cosas que ella haría», concluyó. Venus, por la pegada violenta a la bola, Muguruza, por jugar suelta, y desprejuiciarse ante una rival muy complicada.