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sábado, 8 de julio de 2017

Otra dimisión en la Casa Blanca gracias a Trump

Por Nilyam

Como quizás nunca se había visto antes en la historia política de Estados Unidos, muchos funcionarios de alto rango que “habitaban” la Casa Blanca, antes o después de la llegada de Donald Trump a la presidencia, han salido prácticamente en masa huyendo de la residencia más importante de esa nación, al no soportar las extravagancias del nuevo mandatario o debido a enfrentamientos que tuvieron con él. A mediados de mayo pasado, por ejemplo, había pedido la renuncia a su puesto el director de comunicaciones, Mike Dubke, luego de semanas de rumores sobre la posibilidad de cambios en la estrategia comunicativa del gobierno como resultado de la problemática investigación rusa. Ahora quien dimite es el director de la Oficina de Ética, Walter Schaub, reconocido crítico de las acciones del presidente, y que anunció que abandonará el cargo el venidero 19 de julio, medio año antes de lo planificado.

Este abogado de profesión fue nombrado en el año 2013 por el expresidente Barack Obama para dirigir esta oficina, y su mandato (cinco años) debía terminar en enero de 2018. Su decisión la escribió en una carta que envió a Donald Trump, y luego hizo pública al publicarla en Twitter, la red social que habitualmente prefiere el magnate para lanzar sus famosos ataques. En la misiva, el funcionario destacó el gran privilegio y honor que para él había significado liderar esta oficina, y que pronto iba a trabajar para The Campaign Legal Center, una organización no partidista de expertos en leyes electorales dentro de la cual pretende desarrollar reformas éticas, área que conoce muy bien el político.

Las desavenencias entre Trump y Schaub comenzaron cuando el mandatario recién electo informó sobre una estrategia para que los activos de la firma The Trump Organization, que incluyen un centenar de empresas, se integraran en un fideicomiso que sería manejado por sus hijos Eric y Donald Jr., en vez de deslindarse más claramente de ellos. Fue entonces cuando Schaub, como director de la Oficina de Ética de la Casa Blanca, llamó la atención respecto a que este plan no cumplía con los estándares requeridos para evitar un posible conflicto de intereses. En aquel entonces, el funcionario de alto cargo señalaba que bajo ningún concepto se podía transmitir la imagen de un líder gubernamental que podía usar su posición oficial para obtener beneficios. Pero la historia no terminó aquí, sino que en marzo, la misma oficina reprochó a la Casa Blanca porque no sancionó a la consejera presidencial, Kellyanne Conway, por hacer publicidad televisiva de la marca de ropa de Ivanka Trump.

La Oficina de Ética fue creada luego del famoso escándalo Watergate para servir de guía a los altos cargos del gobierno y evitar que tuvieran comportamientos inapropiados. Sin embargo, es un hecho que la labor de esta oficina no es para nada valorada por el actual presidente estadounidense, a quien la palabra ética no parece decirle mucho.