Panamá lucha por una mayor igualdad de género
Panamá es uno de los países que abogan por una mayor fuerza laboral femenina y una mejor implicación social. La vicepresidenta de esa nación, Isabel de Saint Malo anunció y ofreció su mejor opinión ante la firma por parte de la presidencia de una nueva ley que establece una participación mínima del 30 por ciento de las féminas panameñas en las posiciones de dirección de las empresas estatales. Quedó establecido oficialmente como legislación el derecho de las mujeres al acceso y a una mayor participación activa en la toma de decisiones de las empresas e instituciones estatales y privadas. El tipo de empresas de capital mixto, en las que igualmente el Estado tiene participación, deberán contar con lo establecido por la nueva ley.
Latinoamérica intenta que la mujer gane un rol más inclusivo en la sociedad, con políticas que han establecido su permanencia en cargos del gobierno de alto nivel. Panamá es uno de los países que abogan por una mayor fuerza laboral femenina y una mejor implicación social. La vicepresidenta de esa nación, Isabel de Saint Malo, anunció y ofreció su mejor opinión ante la firma por parte de la presidencia de una nueva ley que establece una participación mínima del 30 por ciento de las féminas panameñas en las posiciones de dirección de las empresas estatales.
Esta nueva rúbrica fue propuesta en un encuentro del Parlamento Nacional panameño por la diputada del Partido Panameñista Katleen Levy, quien espera contribuir a una mejoría tanto social como económica de ese sector poblacional y del país en general, pues esa participación aumenta la eficacia y eficiencia de las organizaciones y asegura una mayor igualdad.
A través de la publicación en la Gaceta Oficial de la ya reconocida Ley 56, quedó establecido oficialmente como legislación el derecho de las mujeres al acceso y a una mayor participación activa en la toma de decisiones de las empresas e instituciones estatales y privadas. El tipo de empresas de capital mixto, en las que igualmente el Estado tiene participación, deberán contar con lo establecido por la nueva ley, y deben constituirse las designaciones necesarias para cumplir esta. Por supuesto, esta legislación actual se aplicará en varias etapas que irán incrementando poco a poco la participación social de olas panameñas. El primer periodo se aplicará cuando se cumpla un año de su implementación, y ya para ese momentos las principales instancias deberán tener juntas directivas destatales que cuenten con un porcentaje de al menos 10 de mujeres. La segunda etapa se aplicará a los dos años y ya implicará un 20 por ciento de participación, y la tercera, a los tres años de vigencia con 30 de porcentaje de inclusión.
La ya conocida Ley 56 se une a las acciones emprendidas por el gobierno panameño que promueven la participación activa de las mujeres y su mayor implicación en la toma de decisiones del país latinoamericano, pues la mayoría de los diplomáticos reconocen claramente que ellas están preparadas para asumir un rol más importante dentro de las responsabilidades y distintos puestos de liderazgo a nivel profesional. La diputada refirió que una gran parte de los universitarios de Panamá son féminas, y eso representa una mejoría en la gestión del gobierno para lograr la igualdad en esa nación, donde una gran parte de las juntas directivas de empresas importantes en la economía y las finanzas necesitan una mayor presencia de mujeres.
Por supuesto, estas acciones de vinculación vienen ocurriendo desde hace un tiempo,por ejemplo en el año 2014, el Banco Nacional, del Estado panameño, nombró por primera vez a una mujer como miembro de su junta directiva después de más de un siglo de sus inicios, e igualmente estableció en su proceso de reorganización una participación de al menos tres mujeres en ese importante nivel de eficacia productiva.. Incluso la diplomacia de esa nación latinoamericana en Naciones Unidas reportó numerosos detalles novedosos la Agenda Nacional para la Igualdad entre Hombres y Mujeres.
La integral propuesta, tiene numerosos programas que intentan estimular la inclusión equitativa de hombres y mujeres en las especialidades directivass de las empresas públicas y también mixtas, además, tiene como objetivos principales impulsar el emprendimiento, las nuevas opciones y el crecimiento de la empresarialidad femenina en el país. Reconocen en esa nación latinoamericana que la igualdad, no es solamente algo relacionado a la justicia social y al reconocimiento de la época, sino que es una cuestión asociada al desarrollo del país.
