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viernes, 14 de julio de 2017

París visto desde 122 metros de altura

Por LauraB

París, la ciudad luz y del amor puede ser contemplada por los visitantes y locales desde una nueva perspectiva. Si visitó esta ciudad europea por estos días observó cómo se tiraban los aventureros desde un cable a 122 metros de altura desde la emblemática Torre Eiffel. El cable de acero va desde el segundo piso de la torre, donde la sensación de vértigo es mucho más fuerte, hasta una plataforma a 800 metros y según aquellos que se han aventurado, es una travesía tensa y larga pero de fácil disfrute. La vista de casi todo París deja paso a los soñadores. La iniciativa fue corta, como el recorrido, en el lapso de unos días se hicieron al menos 100 viajes.

El Montmartre, la basílica del Sacre-Coeur, la cúpula dorada de Les Invalides -donde está la tumba de Napoleón Bonaparte-, el Sena, el sol forman parte del inusual recorrido. El viaje es de apenas un minuto y se alcanza una velocidad de 100 kilómetros por hora por lo que debe estar bien atento para no perderse ningún detalle del recorrido relámpago. Muchos parisinos, sobre todo jóvenes, aprueban la iniciativa y dicen que es una de las mejores experiencias de sus vidas.

Para llegar a puede participar en concursos que presentan los organizadores por Twitter o inscribirse en la página web del agua gasificada Perrier, patrocinador del proyecto que lo ideó para celebrar los 39 años del torneo de tenis de París, el Roland-Garros. Adrenalina, velocidad, emociones y ambiente, forman parte de ese novedoso y auténtico proyecto que ofrece una vista totalmente diferente de la ciudad luz.

No es la primera vez que suceden iniciativas como esta. Se han desarrollado otras pero no de forma tan seria y han terminado con finales no muy felices. Así sucedió cuando una pareja británica se tiró en paracaídas desde el piso más alto, a 276 metros en el año 1984. Franz Reichel, un sastre austríaco, se tiró desde el primer piso en 1912 para probar un paracaídas con forma de carpa que había inventado y dicen que murió del susto, antes de tocar tierra.

La emblemática construcción francesa ha sido noticia por otras iniciativas como cuando promocionó una campaña de desarrollo sostenible y para ello se instalaron paneles solares, sistemas de recolección de lluvia, iluminación LED, nuevo sistema de calefacción y dos impresionantes turbinas eólicas para reducir el consumo de energía.

La torre es de hierro y fue construida por el Alexandre Gustave Eiffel para la Exposición Universal de 1889 en la capital francesa. En sus inicios los parisinos y visitantes la veían como algo horrendo pero con el paso de los años se convirtió en lo que es hoy: un símbolo irrefutable de Francia. Dos años, dos meses y cinco días duró su edificación.