Siria dice tener las manos limpias de armas químicas
Tras el informe emitido el viernes pasado por la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) donde se afirmaba el uso de este tipo de armas en el ataque del pasado 4 de abril en Jan Sheijun; el régimen de Bashar el Asad ha vuelto a asegurar no ser responsable del mismo. Pero las acusaciones por parte de los Estados Unidos, quien ya tomó su venganza por medio de un ataque aéreo, no cesan y Trump acusó a Siria de seguir poseyendo armas químicas bajo su poder. El país oriental se lava las manos y antes las acusaciones del presidente norteamericano afirma que es el Estado Islámico quien las ha acumulado.
Un informe emitido el pasado viernes sobre el uso de armas químicas durante el ataque que terminó con la vida de más de 80 personas el pasado 4 de abril y que confirma su utilización, ha vuelto a desatar la polémica y el cruce de acusaciones entre Estados Unidos y Siria. Los hechos tuvieron lugar en la ciudad siria de Jan Sheijun y según confirma el informe de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ), se utilizó un tipo concreto de arma química: el gas sarín. Como este mismo organismo encargado de verificar el tratado internacional aclara, este gas es un agente nervioso que provoca parálisis y asfixia en las personas tan solo diez minutos después de haberlo respirado. Toda una revelación que para el director general de la OPAQ, tal y como expresaba a través de un comunicado emitido con los resultados del informe, merece que “los autores de este horrible ataque” rindan “cuentas por sus crímenes”. Aunque sobre quién llevó a cabo tal ataque, la OPAQ no se pronuncia pues no ha hallado conclusión clara.
Un juicio que, sin embargo, sí que descubrió Donald Trump ya en abril cuando mandó llevar a cabo un ataque aéreo contra las fuerzas sirias en represalia por el ataque que costó la vida a 80 personas, y que ahora reafirma. Para el líder norteamericano la autoría del uso de armas químicas está adjudicada al régimen de Bashar el Asad quien, según las palabras de Trump, no habría destruido sus armas químicas.
Tras el ataque del 4 de abril, fue el mismo El Asad quien negó tal acusación y llegó a acusar al país presidido por Donald Trump de desobediencia del derecho internacional por los ataques contra su país. Pero aunque Trump se abalanzase contra el régimen sirio sin pruebas, el país oriental tenía ya precedentes de uso de armas químicas en agosto del 2013 ordenó un ataque en los suburbios de Damasco que supuso la muerte de centenares de personas. Pero tanto Siria como su aliado ruso achacan el uso y poder de las armas químicas al autodenominado Estado Islámico echando balones fuera sobre el suyo propio.
