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jueves, 13 de julio de 2017

Un nuevo golpe para Theresa May

Por Elizabeth Almeida

Miembros del gabinete de May, como Philip Hammond, ministro de Finanzas, contradijeron recientemente su posición en relación al Brexit. El político defendió abiertamente una salida que calificó como suave, con la cual Gran Bretaña seguiría en el mercado europeo único y aceptaría la guía de la Corte Europea de Justicia. Esto no hace más sino acrecentar la ya abultada estela de fracasos políticos de la primera ministra, la cual no tiene un respiro desde que su partido perdiera la mayoría absoluta parlamentaria tras las pasadas elecciones, convocadas a petición de ella misma, el pasado 8 de junio. Ese resultado obligó a su gobierno a realizar múltiples pactos, que solo trajeron como consecuencia más críticas por parte de la opinión pública. Por si fuera poco, los pedidos para la dimisión de May aumentan por día, así como prospera la oposición que encuentra a la hora de hacer funcionar la separación británica de la UE.

Theresa May parece no acertar en cuento al camino de Gran Bretaña pues cada uno de sus movimientos provoca una lluvia de críticas por parte de sus más encarnizados detractores e incurso de algunos miembros de su propio partido. La primera ministra  británica sin embargo, pretende intentar limar asperezas con su contra parte y ha dejado entrever que solicitará la ayuda de la oposición en el Parlamento para sacar adelante la salida británica de la Unión Europea.

El pedido de cooperación para facilitar el Brexit, como se le conoce popularmente a la separación de Londres del bloque económico europeo, es una de las aristas que prevé abordar la mandataria ante la Cámara de los Comunes durante la jornada de este 11 de julio, en un discurso del cual un vocero del gobierno ya difundió algunos fragmentos a la prensa local que lo ha reiterado y analizado hasta la saciedad. En el texto, May destaca que puede que no estén de acuerdo en todos los aspectos, pero tiene la esperanza de que las ideas puedan ser esclarecidas y mejoradas, para encontrar una mejor manera de sacarlas adelante, que represente la mejor solución para todas las partes implicadas y sus respectivos intereses. En ese sentido, pedirá a los diputados a dar un paso al frente con sus propias iniciativas para afrontar los desafíos que se le avecinan al país y también los que actualmente están enfrentando.

Según varios analistas políticos, con esas palabras la primera ministra conservadora admite la difícil realidad de su posición resquebrajada, mientras otras posturas, como la del periódico The Mail on Sunday, consideran la oferta como un signo de la fragilidad por parte de la antes mujer fuerte del gobierno inglés. Al respecto, el rotativo recurrió al antiguo responsable del Partido Conservador en la Cámara Baja, Andrew Mitchell, el cual declaró a un grupo de parlamentarios que la gobernante está muerta políticamente y tiene que dimitir por la cuantiosa pérdida de aceptación e impulso que ha sufrido su política administrativa.

Por su parte, miembros del gabinete de May, como Philip Hammond, ministro de Finanzas, contradijeron recientemente su posición en relación al Brexit. El político defendió abiertamente una salida que calificó como suave, con la cual Gran Bretaña seguiría en el mercado europeo único y aceptaría la guía de la Corte Europea de Justicia. Esto no hace más sino acrecentar la ya abultada estela de fracasos políticos de la primera ministra, la cual no tiene un respiro desde que su partido perdiera la mayoría absoluta parlamentaria tras las pasadas elecciones, convocadas a petición de ella misma, el pasado 8 de junio. Ese resultado obligó a su gobierno a realizar múltiples pactos, que solo trajeron como consecuencia más críticas por parte de la opinión pública. Por si fuera poco, los pedidos para la dimisión de May aumentan por día, así como prospera la oposición que encuentra a la hora de hacer funcionar la separación británica de la UE.

Sin dudas, los comicios que May esperaba sirvieran para reforzar su posición como jefa de gobierno y la figura principal a la hora de encarar el Brexit, solo pudieron demostrar la impopularidad de la mandataria británica en su propio territorio. Reino Unido se debate entonces ante una separación que no tiene vuelta atrás con la Unión Europea y los descontentos que esto ha generado dentro de las propias fronteras de la nación, impulsadas en su mayoría por las fuerzas políticas encontradas.

Theresa Mary May es la líder del Partido Conservador y Unionista. Es la segunda mujer en ocupar el cargo de primera ministra británica tras Margaret Thatcher, la Dama de Hierro, quien ocupó el cargo entre 1979 y 1990. Es miembro del Parlamento británico desde el año 1997 por Maidenhead y desempeñó varios cargos dentro de los gabinetes en la sombra de Iain Duncan Smith, Michael Howard y David Cameron, incluyendo el de líder en la sombra de la Cámara de los Comunes y secretaria en la sombra de Estado para el trabajo y las pensiones.