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lunes, 10 de julio de 2017

Wimbledon: 40 mil razones para jugar la primera ronda, incluso lesionado

Por Miguel

Los ocho abandonos ocurridos en la primera ronda del tercer Grand Slam del año, en Wimbledon (siete hombres y una mujer), colocaron sobre la mesa de debate un tema muy polémico: ¿deben recibir el dinero los tenistas que salen lesionados a la cancha, solo para cobrar? Recordemos que el hecho de participar en la primera ronda de este torneo representa un premio económico de 40 mil euros. Mientras persista el estado actual de cosas en los Grand Slam, los atletas seguirán enfrentando este dilema: ¿Jugar o no jugar? He ahí la cuestión.

Desde que inició la Era de los Abiertos, en 2008, nunca se habían producido tantos abandonos por lesión como ahora en Wimbledon y esto, como era de esperarse, ha despertado inquietud. Dos casos recibieron las críticas más fuertes: el eslovaco Klizan quien abandonó la cancha tras 40 minutos de su partido contra Novak Djokovic y el ucraniano Dolgopolov quien se retiró a los 43 minutos frente a Roger Federer. Los ocho que abandonaron iban perdiendo sus encuentros, pero ingresaron en sus cuentas bancarias los 40 mil euros, tan solo por haber comenzado sus juegos. Si se hubieran retirado antes de salir a la cancha, no habrían recibido nada.

Varios de los mejores jugadores del mundo se han pronunciado sobre este tema. De acuerdo con Federer, si los atletas no están en plenas condiciones físicas no deben comenzar los partidos y la opción es ceder su lugar a otros. Una idea que propuso el suizo es que en los Grand Slam se apliquen las mismas reglas que en el circuito de la ATP, en el que un tenista puede retirarse antes de un encuentro hasta dos veces en la temporada y, de todas formas, recibe el premio económico, siempre que no sea en certámenes consecutivos.

El reglamento de la ATP entró en vigor el primer día de este año y parece muy razonable: el jugador le aclara a los organizadores que está lesionado, antes de comenzar un juego y esto no impide que reciba el dinero, aunque, lógicamente, no los puntos del ranking que le tocarían por jugar. Entonces, un tenista que haya perdido en la ronda clasificatoria ocuparía su lugar y tendría derecho a los puntos y a los premios en metálico que gane sobre la cancha.

Djokovic tuvo puntos coincidentes con Federer. El serbio dijo que apoyaba la nueva regla de la ATP, porque esta favorecía a los jugadores que, mereciéndolo, no podían jugar por lesión y, al mismo tiempo, les daba opciones a otros tenistas, en buena condición física.

Rafa Nadal puso el dedo en la llaga: para muchos tenistas, el premio en metálico de los Grand Slam es imprescindible para poder pagar un entrenador, los viajes y la presencia en otros certámenes. Según Nadal, de lo que obtiene económicamente el tenista en un torneo, a lo que finalmente se queda existe una gran diferencia. No obstante, el ibérico reconoce que no se ve nada bien que los jugadores entren a la cancha sin estar en plenitud de forma.

La normativa vigente en la ATP debería utilizarse en los Grand Slam, porque queda claro que, voluntariamente, es difícil que un tenista que necesita a toda costa los 40 mil euros (no estamos hablando de los que forman la súper elite de este deporte) reconozca que está lesionado. Ahora, si supiera que tiene la opción de no entrar a la cancha y cobrar, es más probable que declare sus problemas físicos y uno de los “lucky loser” de la fase clasificatoria entre en su lugar. Es ganar – ganar para todos.

No obstante, mientras persista el estado actual de cosas en los Grand Slam, los atletas seguirán enfrentando este dilema: ¿Jugar o no jugar? He ahí la cuestión.