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domingo, 20 de agosto de 2017

Colombia, de las Fuerzas Armadas a las Alternativas

Por LauraB

Alrededor de 8 mil armas descansan ya en los contenedores dispuestos por la Organización de Naciones Unidas (ONU) como parte del proceso de verificación de entrega de armas por parte de las FARC-EP. 53 años de conflicto con la guerrilla activa más grande de Latinoamérica han quedado bajo llave. Este 15 de agosto fue el día cero de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo como parte de su andar. Han cambiado de forma, mas el objetivo sigue siendo el mismo: alcanzar una Colombia con justicia social. El próximo paso, y uno de los que más ha sido esperado, es ahora el de convertirse en movimiento político.

Se espera que el primer día del próximo mes de septiembre se realice un congreso constitutivo del cual salga no solo el nombre, sino también los objetivos políticos del futuro partido de esta guerrilla ya desmovilizada. Sobre el tema uno de los jefes del movimiento insurgente Iván Márquez adelantó que el movimiento podría ser nombrado como Fuerza Alternativa Revolucionaria de Colombia, para mantener las mismas siglas de Farc.

Aquí el movimiento insurgente debe lidiar con la actual correlación de fuerzas políticas en Colombia y con el fantasma de un proceso parecido. Resultado de un proceso de paz parecido pero en 1984 con el entonces presidente Belisario Betancour nació el partido político de la guerrilla nombradoUnión Patriótica (UP). La UP solo ejerció políticamente por cerca de 20 años porque la mayoría de sus miembros fueron exterminados. De ese proceso de paz, uno de los que más lejos llegó, el movimiento insurgente se comprometió a dejar a un lado el secuestro y otras formas como la extorsión, pero no dejó las armas como sucede ahora.

Según el jefe de la misión de la ONU, Jean Arnauld, en este proceso los observadores recibieron 8 112 armas de alrededor de 7 mil combatientes.

Por su parte, el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, dijo que con la dejación de armas se sellaba finalmente un conflicto de más de medio siglo que causó 7 millones de víctimas, así como desplazados y desaparecidos.

Antes de pasar a la vida política los exguerrilleros vivirán en 26 zonas de desarme o “espacios territoriales de capacitación y reincorporación” bajo vigilancia de miembros de las Fuerzas Armadas.

Otro de los puntos álgidos que quedan por resolver –o deben resolverse en estos días- es el de la entrega de los bienes malhabidos de las Farc-Ep y la salida de los niños que combatieron en sus filas para reincorporarse a la sociedad.