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miércoles, 16 de agosto de 2017

Cómo proteger a tu bebé de las quemaduras solares

Por deltoro

Entre los miedos más frecuentes de una mamá primeriza se encuentra que su bebé sufra coceduras. Estas aparecen «cuando se pierde el equilibrio de la piel, es decir, cuando se rompe la barrera mecánica que protege a la epidermis y, en consecuencia, provoca una inflamación. Por eso debes tener especial cuidado y evitar estas lesiones. Si la molestia ya está presente, es necesario aplicar alguna crema o ungüento que alivie las zona. Tu pediatra podrá recomendarte cremas a base de dexpantenol, que acelera la cicatrización, o pomadas antimicóticas a base de miconazol, clotrimazol y ketaconazol, que son para combatir infecciones por hongos. Si el daño es severo, puedes utilizar un corticoesteroide.

La causa principal de este problema es que la piel se exponga a la humedad de forma prolongada y progresiva», señala Pérez Basave. Otros factores que contribuyen a su aparición son: Ambiente encerrado y escasa ventilación, que aumenta la temperatura y la humedad, así como la reproducción de microorganismos. Generalmente los pañales se colocan ajustados, lo que provoca que entre poco aire al área lo cual, a su vez, hace que la piel del bebé se caliente y se humedezca más, con un pH más alto que el de cualquier otra parte del cuerpo.

La humedad excesiva en la piel hace más fácil que agentes irritantes la penetren. Contacto prolongado de la piel con el sudor, la orina, las heces o todas juntas. Falta de higiene adecuada durante el baño o el cambio de pañal. Algún tipo de hongo o bacteria que se establece en la piel del bebé. La fricción puede debilitar la barrera protectora de la piel. La piel húmeda es más propensa a la fricción que la piel seca, lo que hace que el área del pañal esté vulnerable ante este problema.

«Las zonas más delicadas, como la región genital, propensas a estar húmedas, al igual que las zona se forman pliegues. Desafortunadamente, las rozaduras se expone en mayor frecuencia en las niñas por su condición de genitales. Debes estar atenta a: Rubor o enrojecimiento sobre una zona pequeña o grande en contacto con la piel. Erupción inflamada y seca (pápulas). Erupción inflamada supurante (pústulas). Resequedad o descamación de la piel. Edema o hinchazón. Las zonas afectadas podrían sentirse calientes al tacto.

La piel del bebé, sobre todo en las primeras semanas de vida, es muy vulnerable. A esta edad el manto lipídico (el que protege la epidermis) está terminando de desarrollarse y posee menor capacidad de protección por su tipo de pH. Esta poca capacidad de defensa hace que la piel del recién nacido merezca una atención especial, argumentan los especialista.

Prácticamente todos los recién nacidos, lactantes y bebés de hasta dos años sufren de esto. Es un problema molesto, pero fácil de aliviar. No es menos cierto que el uso de los pamper desechables es considerado una ventaja en la tarea de higienizar a nuestros pequeños, pero si no tomamos precauciones podemos dañarles sus delicada piel.

Los consejos de la abuela en muchas ocasiones nos desagradan porque recurren al método antiguo que genera mucho más trabajo, pero si alternamos lo y tradicional con lo actual y acudimos a las cremas correctas tendremos buenos resultados y lo más fundamental nuestro bebe no sufrirá de las tan molestas quemaduras o coceduras.