El medio ambiente es agotable
El medio ambiente está en peligro y con él nuestra existencia. Cada vez son mayores y más abundantes los daños que los seres humanos le perpetramos al planeta, a nuestra única casa en el universo. Eso de emigrar a Marte no sucederá por muy avanzada que esté la ciencia y por muchos hallazgos que allí se produzcan, eso es ficción. El día que se termine el agua potable, moriremos; el día que el aire sea demasiado irrespirable, nos asfixiaremos, y mientras nos preocupe más producir para vender, más alimentos no orgánicos y dañinos tendremos. Por tanto, más que aconsejable, es imprescindible prolongar al máximo los recursos naturales que hoy tenemos y de los que dependemos para vivir.
El medio ambiente es todo aquello que nos rodea y aunque en la mayoría de los casos esta noción se relaciona solo con la naturaleza, también podríamos decir que en cierto sentido el medio ambiente puede estar presente a nuestro alrededor, incluso en el espacio creado artificialmente por el ser humano, como las grandes ciudades.
Cuidar el medio ambiente es vital para la preservación de la vida humana, por eso hoy en día, y desde hace rato, se hace imprescindible divulgar su importancia y atenderlo, es la única forma indispensable para prolongar la vida en el planeta, y es innegable que si lo destruimos estaremos perjudicándonos a nosotros mismos.
Desde el principio de los tiempos, el ser humano conecta con el medio ambiente porque es la única manera de vivir. De la naturaleza tenemos que proveernos de alimento y refugio, de ella depende totalmente nuestra subsistencia. Sin embargo, en los últimos tiempos, la población mundial ha crecimiento sin medida y por tanto más personas demandan de los recursos naturales finitos que tiene el planeta. A esto hay que sumarle la desidia de nuestro comportamiento. Hemos generado daños severos e irreparables, deterioro irreversible como el agotamiento de recursos no renovables, la contaminación del agua y del aire, la generación de gases del famoso efecto invernadero, y la tala de bosques.
Nos parece lejano e imposible, pero la destrucción del medio ambiente está sucediendo aunque no lo veamos, aunque creamos que verter en el río un poco de desperdicio no es nocivo y sí minimizado. Y a pesar de que hace años escuchamos o leemos sobre el derretimiento progresivo de los polos, creemos que de verdad eso no nos pasa a nosotros directamente, pero en realidad cada año se sienten sus efectos: cambios radicales en los fenómenos naturales que antes se manifestaban de otro modo; deformaciones congénitas asociadas al medio ambiente en ciertos lugares…y esto tiene que ver con el abuso y el desgaste que el ser humano genera de manera cada vez más evidente sobre los complejos fenómenos naturales. No somos más que nosotros los que provocamos alteraciones a nuestro alrededor que afectan no sólo a otros seres vivos sino también a nosotros mismos, de modo que hoy podemos decir que por su creciente deterioro cada vez estamos más cerca del agotamiento de los recursos naturales que nos mantienen vivos.
El medio ambiente cobija a todas las formas de vida, no existe otro planeta para emigrar ni magia para devolver especies de animales ya extintos o para hacer aparecer agua en pozos desérticos. Por lo tanto, el cuidado y la preservación debería ser uno de los elementos primordiales de la acción humana. Actualmente existen campañas para concienciar sobre la relevancia de acciones que demoren el proceso, pero no es tan visible ni tan efectiva. No solo individuos aislados deberían pronunciarse a favor de proteger nuestro único lugar donde vivir en el universo, esa no es la solución. También debería ser prioridad de gobiernos y empresas millonarias para comenzar a desarrollar actividades que tiendan a preservar o a limitar el daño sobre nuestro medio ambiente, o lo que es lo mismo, nuestra subsistencia. Cuidar el medio ambiente es cuidar la vida humana.
