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miércoles, 23 de agosto de 2017

El yogurt, una buena alternativa para los diabéticos

Por Diana Santos

Explican diversas fuentes, entre ellas algunas enciclopedias, que la enfermedad conocida como diabetes mellitus es un síndrome originado por la interacción genético-ambiental y caracterizada por una hiperglucemia crónica, consecuencia de un déficit en la secreción o acción de la insulina en el cuerpo humano. Según los especialistas, hay que atenderla con responsabilidad, porque puede derivar en complicaciones agudas o crónicas. Tal denominación proviene del latín diabetes, término que se refiere a la enfermedad, caracterizada también por la eliminación de grandes cantidades de orina; empieza a emplearse en el siglo I, acuñado por el filósofo griego Arateus de Cappadocia. La palabra mellitus -griego mel, miel-, se añadió en 1675, por el médico inglés, Thomas Willis (1621-1675), cuando notó que la orina de un paciente diabético tenía sabor dulce.

Como que la dolencia es un problema creciente en todo el mundo, la 42 Asamblea Mundial de Salud, del 29 de mayo de 1989, emitió la Resolución WAH 42.36, que insta a los Estados miembros a determinar la importancia nacional de la diabetes, aplicar medidas poblacionales locales para advertir, vigilar y promover la colaboración interestatal y el adiestramiento-educación continuados, con acciones cotidianas que conlleven al tratamiento de quienes la padecen, funciones de salud pública y el enfoque integrado a nivel de la comunidad. Sin embargo, hay datos que marcan en el año 1994 a cien millones de personas enfermas, y 165 millones aproximadamente para el 2000.

Durante varios años se pensó que los diabéticos cargaban con menor expectativa de vida y una mortalidad dos veces mayor que la población que no la padece, pero estudios, investigaciones y experiencias científicas dieron al traste con la afirmación y hoy se confirma que con mejores prácticas los aquejados logran una vida saludable y útil.

A propósito, en el mundo se celebran Congresos con el propósito de controlar la diabetes y sus complicaciones más severas, generalmente son citas de alto nivel y consideradas exitosas, donde conferencistas de varios países avalan cuánto se avanza en la materia, en alianza necesaria y segura de endocrinos, angiólogos y científicos. También abogan los especialistas por la necesidad de aplicar todos los conocimientos existentes para prevenir la aparición de la enfermedad.

Se requieren ajustes en la dieta, para mantener los niveles de azúcar en sangre dentro del rango aceptable, porque si están altos, se pueden dañar vasos sanguíneos, también los ojos y riñones. Está indicado que cada diabético debe seguir un plan de alimentación diseñado específicamente para él. Según los especialistas, quienes soportan sobrepeso deberán limitar aun más la ingesta de carbohidratos -régimen común para todos los diabéticos- y en general de las calorías.

Respecto a esto último, el National Institute of Diabetes and Digestive and Kidney Disorders de EE.UU., que abarca un amplio espectro de enfermedades metabólicas, entre ellas la diabetes, asegura que se pueden comer dulces, pero con moderación, siempre y cuando el recuento de hidratos de carbono se mantenga dentro de límites aceptables.

Específicamente en cuanto a los yogures, alimento que suministra calcio y proteínas, una porción -dependiendo por supuesto de su tamaño-, pudiera proporcionar más o menos entre 8-25 por ciento de la ingesta diaria de calcio necesaria para cualquier persona inclusive con diabetes. La elección de un yogurt natural, en lugar de uno de fruta, reduce el consumo de azúcar simple, y otro dato es que algunos yogures contienen cultivos vivos que subyugan las infecciones por hongos y refuerzan el sistema inmunológico. Aunque también existen inconvenientes, ya que el yogurt contiene grasas saturadas y consumirlo en exceso puede aumentar las probabilidades de desarrollar aterosclerosis o acumulación de placas en las arterias, causar enfermedades del corazón, derrame cerebral y, conforme a médicos y especialistas en nutrición, los diabéticos corren con el mayor riesgo.

En resumen, de acuerdo con los reportes especializados sobre el tema, el diabético sí puede consumir ese valioso alimento que es el yogurt, siempre y cuando lo incorpore a su plan de alimentación diaria indicado, con el cuidado y la responsabilidad necesarios.