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sábado, 19 de agosto de 2017

La boda más popular de este año

Por Miss GD

Dennis Verbaas, un exfutbolista holandés y modelo se ha unido a la princesa Tunku Tun Aminah, única hija del sultán de Johor, en Malasia, y se casaron este lunes en una ceremonia íntima, que, por supuesto, fue seguida de una recepción espectacular para alrededor de mil 200 personas. Ambos jóvenes se casaron en Malasia, vestidos de seda blanca y con los ropajes tradicionales de Johor, y fueron acompañados a la ceremonia por sus respectivas familias, en caso de Verbaas, por sus padres Martin y Henriette Verbaas y sus otros dos hijos, Denny y Denise. El sultán por su parte, junto a su esposa, Permaisuri Raja Zarith Sofia, que es hija de otro sultán y también sinóloga por la universidad de Oxford. 

Una nueva unión ha dejado esta temporada al mundo de la farándula con la boca abierta. Un matrimonio por todo lo alto fue protagonizado por dos integrantes de las notas sociales de los medios de prensa. Dennis Verbaas, un exfutbolista holandés y modelo se ha unido a la princesa Tunku Tun Aminah, única hija del sultán de Johor, en Malasia, y se casaron este lunes en una ceremonia íntima, que, por supuesto, fue seguida de una recepción espectacular para alrededor de mil 200 personas.

Como en una historia de novela romántica, el novio, que tiene 28 años, conoció a la novia, de 31, en una cafetería, cuando él laboraba como gerente del equipo Tampines Rovers, grupo de fútbol de Singapur. Su actual suegro,el sultán Ibrahim Ibni Almarhum Sultan Iskandar, es uno de los nueve monarcas que cada cinco años se sientan en el trono de Malaca, además del más fiel representante de la religión del Islam. Por supuesto, siguiendo con la trama novelística, esa historia de amor tiene todos los aspectos interesantes, un joven famoso, pero plebeyo proveniente de una familia dedicada al comercio de flores, y una princesa rodeada de riquezas y que vive en el palacio de una dinastía que tiene muchos siglos de existencia. Por la religión reinante en el país, Verbaas se hizo musulmán en el año 2015 para así poder contraer matrimonio y por ello ahora se llama Dennis Muhammad Abdullah.

Ambos jóvenes se casaron en Malasia, vestidos de seda blanca y con los ropajes tradicionales de Johor, y fueron acompañados a la ceremonia por sus respectivas familias, en caso de Verbaas, por sus padres Martin y Henriette Verbaas y sus otros dos hijos, Denny y Denise. El sultán por su parte, junto a su esposa, Permaisuri Raja Zarith Sofia, que es hija de otro sultán y también sinóloga por la universidad de Oxford. Con ella tiene otros cinco hijos. Las familias enteras participaron en la ya catalogada como la boda del año para los holandeses, así calificada por Martin Langhout, presidente de la Asociación Holandesa de Malasia, pues el padre de la novia llegó en un impresionante Rolls Royce seguido de una interminable caravana de coches por el estilo que transportaban a los familiares, justo antes de que la novia hiciera su aparición.

Durante la boda, la novia llevó un velo y la madre y hermana del novio también vestían ese accesorio. Detalle que no ha pasado desapercibido, puesTunku Ismail Idris, heredero del sultanato subrayó que ellos son malasios, no árabes y vestirse al modo árabe no los hace mejores musulmanes.

La feliz pareja vivirá en un palacio que ya está listo para recibirles. El novio no pudo llegar a ser futbolista profesional en Holanda por un problema del corazón, y comenzó en las pasarelas a instancias de su hermana y ha triunfado mucho en los países asiáticos, ahora, trabaja en una inmobiliaria en Johor. Su esposa, la princesa, es diseñadora de cosméticos.

Los medios asiáticos han dado gran cobertura a la boda y a la historia de ambos jóvenes, diciendo que se trata de un flechazo y que como están muy unidos a sus familias, saben que trabajar es esencial para ganarse la vida. Además, aunque el sultán de Johor dio la bendición al noviazgo desde sus inicios, el novio debió comenzar mucho antes de la boda un complejo proceso de aprendizaje. Por supuesto, todo comenzó por convertirse al islam y desde entonces, no ha dejado de recibir clases coránicas y de disciplinas, como protocolo. También está aprendiendo la lengua malaya y todo sobre las costumbres, la cultura y las tradiciones del país. Lo más difícil para el joven ha debido de ser aprender la rígida etiqueta de palacio.