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domingo, 27 de agosto de 2017

La Ola desde la academia

Por Miss GD

Analizar a Corea del Sur desde distintas regiones y culturas, es fomentar un conocimiento universal que implica una comunicación a través de diferentes lenguas, pero bajo un paraguas de racionalidad humana y de entendimiento intelectual, situación que nos hace pensar en acercamientos más allá de diferencias étnicas e ideológicas. En este sentido los estudios coreanos han propiciado los intercambios multiculturales y académicos entre distintos países. Se puede afirmar también que desde América Latina, los estudios coreanos han servido para romper el tradicional eslabón que ha existido como asidero o como el eje teórico conceptual de visualizar el mundo únicamente desde lo europeo.

“Los coreanos y los latinoamericanos somos muy similares emocionalmente. Ambos somos muy apasionados, sinceros y abiertos” (Bahk Jae-wan, Ex-Ministro de Finanzas y Estrategia de Corea del Sur)

En la actualidad los llamados estudios coreanos han alcanzado un nivel preponderante dentro de las Ciencias Sociales en todo el mundo a partir precisamente del auge económico de Corea del sur en los últimos años.

Analizar a Corea del Sur desde distintas regiones y culturas, es fomentar un conocimiento universal que implica una comunicación a través de diferentes lenguas, pero bajo un paraguas de racionalidad humana y de entendimiento intelectual, situación que nos hace pensar en acercamientos más allá de diferencias étnicas e ideológicas. En este sentido los estudios coreanos han propiciado los intercambios multiculturales y académicos entre distintos países. Se puede afirmar también que desde América Latina, los estudios coreanos han servido para romper el tradicional eslabón que ha existido como asidero o como el eje teórico conceptual de visualizar el mundo únicamente desde lo europeo.

Los diferentes factores políticos, económicos y sociales que han marcado la historia de Corea, conjugados con una cultura milenaria que se ha mantenido en algunos aspectos impoluta gracias a su fusión con el confucianismo que es el centro del pensamiento y la cosmovisión coreano han permitido el surgimiento de una modernidad capitalista muy distintiva del país.

El despegue de los estudios coreanos en América Latina tiene que ver con dos variables convergentes. La primera se ubica en un marco encuadrado en el proceso globalizador, que obliga al medio académico a visualizar procesos históricos diferentes al propio y tratar de entenderlos, asimismo intentando dar respuestas o salidas a las complejidades propias de cada proceso latinoamericano, usando en varias ocasiones la comparación con Corea del Sur. La segunda, a partir de que el gobierno coreano establece la Korea Foundation en 1991, que depende del Ministerio de Asuntos Exteriores y Comercio, con el objetivo de emprender una campaña internacional para difundir al mundo la imagen de Corea del Sur en su aspecto económico, científico y tecnológico, así como promover el intercambio cultural y académico con diferentes países.

El momento clave del despegue de los estudios coreanos en el continente Latinoamericano  ocurrió en el año 2003 con la organización de los Encuentros de Estudios Coreanos en América Latina (EECAL) que se celebran de manera bienal e involucran una red de universidades y académicos de todo el continente  con el apoyo económico de Fundación Corea.

El I Encuentro fue organizado en la Universidad de Buenos Aires. Esta convocatoria nace en un momento donde los estudios coreanos ya tenían difusión en otras naciones, por ejemplo en los Estados Unidos. La convocatoria argentina tuvo una respuesta favorable tomando en consideración lo novedoso del tema y el obstáculo económico de varios académicos al verse imposibilitados a trasladarse a otro país, sin embargo el apoyo de la Fundación Corea permitió que esto no fuera un problema mayor, al financiar los viajes de los ponentes aceptados. Participaron alrededor de 32 profesores de Brasil, Colombia, Cuba, Corea del Sur, Chile, México y Perú, con un público de más de 300 personas. Los temas a discutir se centraron principalmente en la cultura, religión, democracia, relaciones interculturales entre Corea del Sur y América Latina y de las relaciones intercoreanas.

Cuba ha participado en un total de cuatro de los seis encuentros que se han realizado hasta la fecha destacando su inclusión en el efectuado en el año 2007 en Brasil y donde se discutieron las primeras ponencias sobre el Hallyu en el continente. Estos encuentros también han intentado trazar directrices comunes de estudio con investigadores europeos para tener espacios comunes de debate ante este fenómeno globalizador.