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jueves, 24 de agosto de 2017

Las claves para trabajar bien desde casa

Por Elayne

Se ha vuelto muy popular a día de hoy trabajar desde casa. Quizás la crisis laboral de algunos lugares haya sido la protagonista para dar origen a un nuevo estilo de vida. Lo bueno es que hemos comprendido que todos tenemos algo para ofrecer en beneficio de alguien más y que a esto podemos sacarle provecho. Asimismo, es cierto que, sin importar si trabajamos para alguien más o para nosotros mismo, desde casa nuestra jornada laboral puede ser más placentera.

Son muchos los beneficios que brinda esta modalidad, entre ellos podemos mencionar que no tenemos un horario estricto de oficina, nos evitamos perder tiempo en embotellamientos de los horarios pico y nuestro trabajo no es controlado constantemente. Pero, si queremos quedarnos en casa a trabajar necesitaremos prestar mucha atención a determinadas cuestiones que no deben pasarse por alto, porque vamos a querer que nuestra jornada de trabajo sea igual o más productiva que si estamos en una oficina.

Para empezar, es importante que definamos un espacio dentro de nuestro hogar y lo acondicionemos con lo necesario para el trabajo. De esta manera le estaremos indicando a nuestro cerebro que el tiempo que permanezcamos ahí es para producir. Por otra parte, necesitaremos crear una agenda, ya que la tentación de quedarnos remoloneando un rato más puede llevarnos al traste con nuestras obligaciones. No necesitamos tener un horario tan estricto con hora de entrada y de salida, pero el planificar las tareas al menos nos dará la idea de cuantas horas requeriremos para realizar las tareas del día y en función a esto programarnos. Debemos ser estrictos en el cumplimiento de estas tareas que deben ser las primeras de la mañana: tender la cama al levantarnos, cepillarnos, asearnos y vestirnos con una ropa diferente a la de cama. Esto le indicará al subconsciente que el tiempo de descanso ha concluido y es hora de ponerse en marcha.

Además, debemos procurar tener organizado el hogar para que no caigamos en la tentación de interrumpir el trabajo por realizar tareas domésticas. Para ayudarnos a evitar esto, tratemos de planificar la agenda de forma flexible y no muy cargada, para tener tiempo para realizar tareas imprevistas y luego no tengamos una carga de estrés extra por no haber cumplido con lo previsto. Por último, y es de las cosas más importantes que tenemos que cuidar, debemos buscar pretextos que nos obliguen a salir e interactuar con el exterior de la casa cada día. Así estableceremos una diferencia entre nuestra vida social y la laboral. Disfrutemos asimismo la nueva oportunidad y mientras trabajemos hay que darse el gusto de tomarnos un cafecito o un té y escuchar la música de nuestra preferencia. Todo se redundará en mayor productividad, salud mental y disfrute de lo que hacemos.