Ser madre no es tarea fácil
Varios psicólogos e investigadores ha propuesto una serie de clasificaciones según las actitudes de las madres a la hora de la crianza de los pequeños. En el primer caso se encuentra la denominación de madrastra del cuento, este tipo de madre es aquella que pretende ser clara con las normas, severa, autoritaria y esperas que el pequeño obedezca sin rezongar. Este tipo de padres ofrece muy poco apoyo emocional y se pasa con el control mediante amenazas o castigo. Este modo de educación a la larga o a la corta posee efectos negativos en los niños. Además se conoce que un hijo de padres autoritarios si es cierto que es obediente pero se torna irritable, incierto e inhábil de manejar sus emociones y por supuesto de pensar por sí mismo, destrezas indispensables para la vida.
Si eres de estas madres, es necesario ser más cariñosa con tu pequeño y crear con palabras y gestos como abrazos, mimos y juegos, lo importante que es para ti. Tener en cuenta sus necesidades emocionales e iniciar una comunicación efectiva con él es un elemento fundamental para la creación de este vínculo emocional con él. Preguntarle acerca de cómo se siente y lo que ha hecho durante el día ayuda a crear la comunicación.
Otro de los tipos de madre es la mamá pasiva o permítelo todo. En las respuestas de esta persona predomina el símbolo de más. Le gusta apoyar a sus hijos, pero también ejecutar un control sobre ellos por medio de normas, plática, pacto y raciocinio. Estos padres defienden mucho a sus hijos; constantemente saben qué hacen, dónde están y con quién. Les ofrecen una guía y una organización para que estén al corriente por dónde caminar, sin imposiciones, pero con mucha preocupación. Son candentes y escuchan lo que sus hijos tienen qué decir; por esta razón, sus niños suelen respetar la autoridad, ser apegados y cooperativos. No es novedoso que no es fácil ser mamá, pues se necesita mucho arranque y autocontrol sobre nuestras propias emociones, así que de vez en cuando date un respiro. Tu reto es saber adaptar los límites y tu apoyo de acuerdo con la etapa de desarrollo de tu hijo.
La madre detective; imposible que se le vaya algún detalle de los minutos de su vida, o de todo lo que la rodea. Manifestarte muy interesada y pendiente es tu forma de amarlo, sin embargo, frecuentemente puedes no tomar en cuenta sus sentimientos y no darle pasó a su individualidad. Toma la oportunidad de crear una relación con tu peque desde el respeto por su persona si bien necesita de tu guía, metas y apoyo, también es sano para su crecimiento emocional que le des espacio para efectuar sus errores y aprender por sí mismo.
Si bien tenemos siempre un instinto de sobreprotección con nuestros pequeños, no debemos dejar a un lado la posibilidad de que ellos mismos creen su personalidad y gustos aunque siempre influyamos en su desarrollo emocional. Deben sentirse libres de equivocarse aunque nos cause un dolor incontrolable. Desgraciadamente forma parte de la vida real.
La comunicación emocional que establecemos con nuestros pequeños posee un eficaz impacto en su desarrollo. Por tanto, la forma como reaccionas y reconoces a las emociones de tus hijos así como el sostén que les brindas y el control que ejerces sobre ellos es aquello que revela el estilo de como crías a tu pequeño. Estar al tanto de qué forma parental eres, no solo es muy bueno, sino que es de suma importancia. Pues la manera en que educas a tus críos resultará ser la base de su desarrollo social y emocional. El camino para que la forma de crianza que pretendes dar sea la más conveniente para ellos, para no decir que todo el crecimiento personal, comienza en el autoexamen, debemos conocer que hay mal en nosotros antes de transmitir estereotipos. Indaga si eres una madre que permite todo; árbitra o impositiva; flexible, apegada, jovial. Conocernos es una manera de hacer de nuestros hijos, niños emocionalmente sanos y felices.
