Alerta ante el aumento de asesinatos de activistas medio ambientales
El influyente diario británico The Guardian lidera un proyecto para registrar las muertes de líderes ambientalistas indígenas. La idea tiene lugar ante el incremento del número de víctimas por la causa medio ambiental. Los especialistas a cargo del proyecto están hablando de que al menos cuatro defensores del medio ambiente pueden ser asesinados por día en cualquier lugar del mundo. En ese sentido, señalan que desde hace dos años 132 ambientalistas han muerto solo en Brasil. Estiman asimismo que este es uno de los países más afectados del mundo. Casi todos han sido asesinados por sus intentos de frenar o al menos denunciar la tala indiscriminada e ilegal en el Amazonas.
En el informe elaborado sobre el tema ubican a Filipinas como el segundo país con más muertes de activistas medio ambientales con 75 y luego le sigue Honduras. En esta nación centroamericana, una de las más violentas del mundo, se registraron 200 luchadores por el medio ambiente muertos.
Entre las causas están las protestas por las actividades en la minería o la construcción de carreteras en condiciones poco amigables al medio ambiente. También la mayoría de los asesinatos ocurren en lugares apartados de las grandes ciudades y muchas veces despoblados para así no dejar rastro. Otra cuestión es la impunidad. La mayor parte del tiempo los crímenes quedan impune. Un ejemplo de ello es el caso de la líder indígena hondureña Berta Cáceres, quien fue asesinada por oponerse a un proyecto y hasta hoy los implicados en su muerte no han sido ajusticiados.
Lamentablemte América Latina y el Caribe lidera las regiones con líderes y activistas más asesinados del mundo. Ello se debe a que en esa parte del mundo coexisten diferentes hábitats y recursos naturales. El debate sobre hasta dónde puede llegar el derecho del hombre a convivir en armonía con la naturaleza se ha reavivado con motivo del aumento alarmante del fenómeno. La industrialización desenfrenada, la incomprensión e incapacidad de muchos gobiernos hacen que el problema vaya en aumento.
Buscar soluciones que sean eficaces, así como una mejor comunicación entre los indígenas, activistas y luchadores por el medio ambiente con las autoridades de cada país se han vuelto indispensables. Al final el planeta es de todos y para evitar que se repitan hechos como el asesinato -impune hasta el día de hoy- de activistas como la hondureña Berta Cáceres es fundamental aunar esfuerzos que de conjunto frenen la situación.
Pensar en esos hombres y mujeres que han sido asesinados por defender un lugar que es de todos es de por sí un gran homenaje.
