Enviar por email

tu nombre: email destino: mensaje:
Nombre de Usuario: Email: Contraseña: Confirmar Contraseña:
Entra con
Confirmando registro ...

Edita tu perfil:

Usuario:
País: Población: Provincia:
Género: Cumpleaños:
Email: Web:
Como te describes:
Contraseña: Nueva contraseña: Repite contraseña:

jueves, 14 de septiembre de 2017

Algunos síntomas del embarazo no son tan comunes

Por G_nkerbell

Está claro que durante el período de gestación humano, cada mujer tiene padecimientos propios de la etapa, la cual afrenta cada fémina de manera particular. Elementos como los mareos, pérdidas de apetito o la predilección por ciertos tipos y mezclas de alimentos, las náuseas y los desmayos, además de otros elementos, son usuales en muchas mujeres embarazadas, que pueden afectarlas en mayor o menor medida en dependencias de las características del embarazo y de muchos factores que imperan a la hora de cargar al bebé en su seno. Algunas féminas incluso se ven afectadas por cambios repentino de humor y de un cansancio casi permanente que tienen que ver con las hormonas y con el propio desarrollo del feto.

 

Es por ello que quizá la primera idea que viene a la mente cuando las personas hablan de una embarazada que tiene vómitos sea asumirlo como un padecimiento normal del estado de gestación en que se encuentra y una circunstancia usual. La reacción habitual frente a esta situación considerada como algo clásico del embarazo es pensar que se pasa luego de los primeros meses.

Pero muchas personas no conocen que los vómitos durante el embarazo no siempre se tratan de un síntoma leve que no requiere atención, pues en contados casos pueden ser vistos incuso como una enfermedad. Algunos de los casos de vómitos durante el embarazo no son síntomas tan leves que se van haciendo esporádicos luego de los primeros meses de gestación, sino que pueden requerir tratamiento y reciben el nombre de hiperemesis gravídica, una enfermedad que afecta a un número reducido de féminas. Esta es la difícil patología que sufre la reconocida Duquesa de Cambridge durante su tercer embarazo, un trastorno que es usual en ella y que ya padeció durante la gestación de sus otros dos hijos mayores.

Por supuesto, este es un padecimiento que se diferencia mucho de la hiperemesis gravídica de un cuadro de vómitos normal durante el embarazo. Los síntomas se recrudecen durante todo el embarazo. En la hiperemesis se dan vómitos de manera muy seguida que llegan a afectar incluso a la capacidad de la paciente para ingerir alimentos. Otra característica importante de esta enfermedad que debe ser minuciosamente tratada es que en este trastorno, la futura madre puede llegar a presentar signos de deshidratación e incluso perder un por ciento de su peso corporal debido a la dificultad para alimentarse correctamente. Está claro que, estos rasgos pueden ayudar a diferenciar los vómitos normales y pasajeros de un cuadro muy fuerte que necesita atención médica y constante reposo para poder llevar a buen fin el embrazo.

Las causas de la hipermesis no están del todo aclaradas, pues afecta solamente aun limitado número de embarazadas, pero estudios realizados a estas féminas han descubierto diversos aspectos como por ejemplo que las diferentes hormonas que aumentan sus niveles durante el embarazo pueden tener que ver en la aparición de este raro padecimiento. Entre los posibles elementos relacionados a este síntoma se incluyen sustancias como la gonadotropina coriónica humana, HCG, que es la misma que usan muchos tests de embarazo, y también la progesterona y el estradiol.

El tratamiento que lleva la hipermesis debe seguirse al pie de la letra para llevar a buen cúlmino el embarazo y se basa en rehidratar a la paciente, incluso por vía endovenosa si se torna necesario. También se pueden intentar reducir los abundantes vómitos a través del tratamiento con antieméticos como la metoclopramida o el ondasetrón. Igualmente, puede ser necesario que el personal sanitario lleve a cabo un análisis sanguíneo que monitorice la hidratación de la paciente y los niveles de electrolitos, pues pueden perderse a través de los vómitos.