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jueves, 21 de septiembre de 2017

Caminos opuestos entre renta fija y renta variable

Por Economía Newsgur

Los mercados de renta variable y de bonos parecen diferir en su percepción del mundo. Los máximos históricos de las acciones dejan entrever optimismo, mientras que los rendimientos deprimidos de los bonos y el aplanamiento de la curva de rendimientos parecen indicar pesimismo. Esta divergencia podría deberse fácilmente a una mala interpretación del momento del ciclo económico mundial en el que nos encontramos. Los rendimientos son más reflejo de unos tipos neutrales estructuralmente más bajos, unas expectativas de inflación bien ancladas y las compras de los bancos centrales, que de una visión pesimista del crecimiento económico mundial. Por otra parte, el entusiasmo por la renta variable parece estar justificado por el crecimiento y los beneficios sólidos de las empresas en todo el mundo.

Esta semana, el rendimiento del bono del Tesoro de EE.UU. a 10 años se recuperó de los mínimos de un año, pero al parecer los inversores de bonos están adoptando una visión pesimista del crecimiento. La curva de rendimientos de 2 a 10 años se ha aplanado, de 125 p.b., a 82 p.b., lo que habitualmente constituye una señal de temor a que se debilite el crecimiento. Ello no se condice con el mensaje entusiasta procedente de los mercados de renta variable mundial, donde el índice MSCI All Country World marcó un nuevo máximo el 12 de septiembre. ¿Cuál de los dos mercados, entonces, tiene la razón?El contraste es más una percepción que una realidad, donde los bonos reflejan una inflación firmemente anclada más que una visión pesimista del crecimiento. Por otra parte, el entusiasmo por la renta variable parece estar justificado por el crecimiento y los beneficios sólidos en de las empresas de todo el mundo. Nuestro análisis señala que todavía falta tiempo para que el ciclo culmine, que existe un riesgo acotado de recesión para los próximos seis meses y que las valoraciones de la renta variable mundial todavía son moderadas. Por lo tanto parece razonable mantener una posición sobreponderada en acciones mundiales y una posición infraponderada en bonos con calificación alta.