Carlos Tévez, alza y caída del futbolista que pudo ser
La carrera de Carlos Tévez ha estado llena de contradicciones. Después de una brillante temporada 2015 en la Juventus de Turín, donde incluso jugó la final de la Liga de Campeones ante el Barcelona, el “Apache” sorprendió a todos al anunciar que se marchaba de Europa para volver a jugar en Boca Juniors de Argentina. Allí tampoco estuvo mucho tiempo, el necesario para ganar la liga local y recibió una oferta que, al mejor o peor estilo de “El Padrino”, de Mario Puzo, “no pudo rechazar”: el Shanghái Shenhua chino puso sobre la mesa los millones de euros suficientes para convertir al sudamericano en el futbolista mejor pagado del mundo, en ese momento.
Tévez no lo pensó dos veces y partió hacia China. Un mes después de estar allí, envió un video de despedida, dirigido a los fanáticos de Boca, en el que explicaba las razones que lo habían llevado a cambiar “La Bombonera” por los campos de una liga que, aparentemente, tiene muchos millones para repartir, pero de un nivel todavía muy bajo. Probablemente los hinchas del Boca ya hayan perdonado al “Apache”, con la esperanza de que este regrese algún día a un torneo rodeado de polémica, pero del que siguen saliendo buenos jugadores. Si analizamos lo mal que le ha ido al argentino en China, entonces el regreso del “hijo pródigo” no parece tan lejano.
El arribo de Tévez fue celebrado por todo lo alto en China. El argentino llegaba rodeado de una fama ganada a base de goles marcados en el Corinthians de Brasil, el West Ham y Manchester City y United de Inglaterra, y la Juventus de Italia. La directiva y los seguidores del Shanghái Shengua esperaban que el “Apache” se convirtiera en líder de ese equipo y que los millones (¡40 kilos anuales!) que recibía funcionaran como un impulso para el sudamericano. La historia ha sido completamente diferente.
Poco después de comenzar sus andanzas en China, el Shanghái Shengua fue eliminado en la primera ronda de la Liga de Campeones de Asia. En esta temporada, las cosas han empeorado. Tévez apenas ha marcado dos goles y repartido cuatro asistencias, en los 14 partidos que ha disputado; mientras, su club solo ha ganado seis juegos de los 23 efectuados, para 24 unidades y con esto marcha en la undécima posición del campeonato. Para complejizar todavía más el negro escenario, el “Apache” sufrió un fuerte golpe en una de sus piernas que lo obligó a permanecer en la lista de lesionados por 40 días. En ese período, la directiva del Shengua perdió la paciencia ante los malos resultados y despidió al director uruguayo Gustavo Poyet. En su lugar contrató a Wu Jingui quien, todo parece indicar, no tiene el mejor criterio de la estrella argentina.
El “Apache” pasó la recuperación en Argentina y su retorno al Shangai despertó muchas críticas, porque llegó “gordo”, según palabras de Jingui, quien decidió no convocarlo para los próximos partidos. Los malos resultados, la baja forma física y, a todas luces, el desinterés de Tévez por la Liga china podrían forzar una rápida salida de ese equipo, ¿hacia dónde? Probablemente a Boca, pues no es un secreto que el presidente de ese club, Daniel Angelici, está muy interesado en que el “Apache” vuelva para 2018, justo a tiempo para disputar la Copa Libertadores. Para lograr el traspaso, el club argentino deberá abonar a los chinos seis millones de euros. Si tomamos en cuenta que esa cifra es solo un poco más de la mitad de la que ingresó Boca al vender a Tévez un año atrás, entonces no luce como un mal negocio; pero…ha pasado el tiempo y la vida en activo de los futbolistas es corta.
En china, la cuenta bancaria del “Apache” creció tanto como disminuyeron sus opciones deportivas de volver a ser una súper estrella en la cancha.
