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miércoles, 6 de septiembre de 2017

Corea del Norte provoca, Estados Unidos responde

Por LauraB

Corea del Norte sigue probando fuerza y enseñando músculo a la vieja usanza. El régimen de Pyongyang realizó el pasado domingo el sexto ensayo nuclear en lo que va de año. Con todo y la presión de la comunidad internacional encima, esta vez los ejercicios militares subieron de nuevo las tensiones no solo con Estados Unidos, sino incluso con China, Rusia y medio mundo que las ha condenado. Corea del Norte esgrime cuestiones “defensivas” a los reiterados ensayos nucleares. Sin embargo, en esta ocasión la prueba realizada por Corea del Norte fue con una bomba de hidrógeno. El estado de incertidumbre que se ha creado en torno a la situación se está volviendo insoportable.

Hay dos corrientes o maneras de interpretar lo que está sucediendo. De un lado quienes creen que estas confrontaciones le hacen bien a los estadounidenses al darle una excusa para incrementar su presencia militar en la península coreana. Los defensores de esa teoría se basan en el hecho de que para Estados Unidos tener controlado a China y a Rusia es de vital importancia como parte de su política exterior guerrerista. Ello sin mencionar el hecho de que le conviene a la gran industria armamentística sobre la cual basan su economía.

Teniendo como aliados a Tokio y Seúl, y aumentando las campañas de miedo sobre Pyongyang, Washington se asegura un puesto en esa zona geopolítica de relevancia para ellos.

Para tener un ejemplo: luego de que Pyongyang realizara sus maniobras, Corea del Sur usó cohetes superficie-superficie Hyunmoo-2A y los aire-tierra SLAM-ER de largo para dispararlos desde sus cazas F-15K.Las autoridades surcoreanas y el Pentágono dijeron que los ejercicios se llevaron a cabo sin la participación de militares estadounidenses. El objetivo explícito de los mismos fue defenderse ante un eventual ataque de Corea del Norte. Implícitamente, la pretensión fue aumentar los niveles de miedo y azuzar la guerra, que al final es de lo que se alimenta la industria armamentística norteamericana.

Fíjese si es así que desde Washington el secretario estadounidense de Defensa, James Mattis, amenazó con una “respuesta militar masiva” en caso de que Corea del Norte siguiera provocando a Estados Unidos o a alguno de sus aliados en la zona. Léase: Japón y Corea del Sur. La teoría de la guerra no es del todo descabellada. El despliegue de portaaviones de propulsión nuclear, entre otros está sobre la mesa como respuesta a la prueba atómica de Corea del Norte.

El objetivo de Pyongyang no queda muy claro. ¿Cómo cuela la excusa de la “defensa” si eres el primero en lanzar misiles balísticos de alcance intercontinental y que pueden cargar material nuclear? ¿Una defensa a la ofensiva? ¿Una locura?, ¿un simple jueguito entre potencias nucleares?