Cuidado, Trump, no toques a Europa
La advertencia a Estados Unidos quedó hecha por Jean-Claude Juncker, presidente de la Comisión Europea, quien “sin pelos ni señales”, al directo, ha avisado a la Administración de Donald Trump que la Unión Europea está preparada para responder de inmediato, si las nuevas sanciones de Washington contra Moscú, pierden de vista los intereses de UE en cuestiones de la seguridad energética y emiten castigos a sus empresas energéticas que tengan participación en proyectos en Rusia. Habrá represalias, ha declarado Juncker, en el caso de que el procedimiento legislativo norteamericano no limite las referidas sanciones y terminen estas afectando a los intereses europeos.
Si ello sucede, Bruselas buscará en un principio establecer contactos al más alto nivel con Washington, pero si después de eso la Comisión no obtiene las garantías que busca, acudiría sin pensarlo a la Organización Mundial del Comercio (OMC), con el objetivo de bloquear tales efectos sobre las empresas europeas.
Para Bruselas, es importante el antecedente que representa el bloqueo económico, financiero y comercial a Cuba, caso en el que la OMC otorgó la razón a Europa, y de esa forma congeló los efectos extraterritoriales de las sanciones que este establece, para que no perjudicaran a los intereses de la UE. Pero de hecho, incluso en ese punto la Comisión Europea puede iniciar consultas contra la OMC en Estados Unidos, lo cual no hay dudas podría derivar en represalias, o lo que es lo mismo, en una guerra comercial luego de la visible escalada verbal de los últimos tiempos.
Son numerosas las grandes empresas, entre ellas las conocidas Apple, McDonald's, y Google, que están afectadas por las investigaciones referidas a la competencia y elusión fiscal. Además, Washington amenaza por otra parte con establecer aranceles sobre el acero europeo. En ese contexto, Bruselas lo ha dejado claro, y esta más que lista para catapultar “ a sabidas de que las leyes norteamericanas pudiesen perfectamente afectar las infraestructuras de transporte energético a Europa, en el caso por ejemplo del mantenimiento y la mejora de gasoductos en Rusia, los cuales alimentan el sistema gasístico de Ucrania", de acuerdo con la Comisión.
Los daños no estarían concentrados solo en esa área, pues las afectaciones pudiesen extenderse a proyectos estratégicos, como lo es el del gas natural licuado en el Báltico. Es claro que teniendo en cuenta el hecho de que Estados Unidos en estos momentos suministra gas a varios países del Este, con esas sanciones a Rusia, bien podría, indirectamente, ampliar su mercado en toda Europa.
Si bien Juncker ha dicho que la UE está totalmente comprometida con el régimen de sanciones a Moscú, ha aclarado que la unidad del G7 en dichas sanciones y la coordinación que tiene que existir entre los aliados, son piezas claves para asegurar la aplicación de los acuerdos de paz en el conflicto Ucrania-Rusia, los conocidos Acuerdos de Minsk.
Es obvio que la política del America first no puede dejar en lo último los intereses de Europa, ha subrayado Juncker, por lo cual estamos en disposición de actuar rápido, dijo. Se estima que el impacto podría suceder y llegar a la UE por varias vías. Desde la diversificación del transporte de gas a través de Ucrania, hasta el denominado Corredor del Sur, situado a través del Caspio, e incluso en varios proyectos en la costa de Egipto, donde las compañías energéticas europeas tienen ya proyectos con empresas rusas como es Gazprom.
Las reglas entre Bruselas y Washington están planteadas, habrá que ver si se juega al duro esta vez.
