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viernes, 1 de septiembre de 2017

El exceso de "maquillaje" de Macron

Por LauraB

26 mil euros se gasta el presidente de Francia, Emmanuel Macron, en maquillaje, según la revista francesa especializada Le Point. La cifra es alta porque contrató a un esteticista para esos asuntos. Visto así no parece nada fuera de lo común teniendo en cuenta que es un jefe de Estado; la polémica estalló porque primero fue el puesto que quería ofrecerle a la primera dama y ahora esto. Igual Macron no la tiene muy fácil. Cuenta apenas con un 40 por ciento de aprobación popular en tan poco tiempo que lleva en el Palacio del Elíseo. Tal parece que Macron se ha contagiado con sus antecesores.

Al menos en el tema estético el político de 39 años le sigue los pasos a François Hollande, quien le pagaba de sueldo a su peluquero particular 9 mil 895 euros al mes. Eso sí, estaba disponible siempre que lo llamara el ex jefe de Estado. Otro ex presidente que gastaba dinero en esas cuestiones era Nicolás Sarkozy. Su estilista cobraba 8 mil euros al mes y para rematar acompañaba al entonces mandatario francés a todos los lugares y a algunas giras en el exterior.

Lo que pasa con Macron es que durante su campaña presidencial se vendió como el outsider y como la imagen del cambio. Una vez instalado en el Palacio de Gobierno ha repetido las mismas costumbres que sus antecesores en asuntos tan triviales como la estética. La furia de los franceses por las redes sociales es hasta cierto punto entendible, sobre todo en momentos en que el efecto “Macron” parece desvanecerse ante la dura realidad. Para muchos ciudadanos este es un gasto excesivo.

Otra cuestión que atiza el malestar de muchos franceses es también que la “bobería” de la imagen viene en momentos en que por ejemplo el nuevo curso escolar iniciará con recortes en el presupuesto y con una reforma laboral que amenaza con desestabilizar el escenario político. De hecho, los principales sindicatos de la nación gala están listos para las grandes marchas en contra de la medida.

Si el descontento popular llevó a Macron a ganar las pasadas elecciones presidenciales en segunda vuelta frente a la ultraderechista Marine Le Pen, el descontento por el gasto excesivo y las medidas contraproducentes “maquilladas” puede crearle bastantes problemas. De "outsider" a más de lo mismo,  en eso se ha convertido Emmanuel Macron. Igual todavía tiene tiempo para poner en práctica algo de lo que prometió durante la campaña presidencial. Mientras tanto, el descontento por los gastos en maquillaje, o la búsqueda de un puesto para su esposa, son un arma de doble filo.