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lunes, 11 de septiembre de 2017

El Leganés pierde el tren del liderato en el derby del sur

Por Aliet Arzola

Probablemente ningún seguidor del Leganés o del Getafe, de esos que vivieron el derby del sur de Madrid entre los años 70 y 90, imaginaron que algún día los dos conjuntos se medirían en la máxima categoría del fútbol español. Pero en el más universal no hay nada imposible, y este viernes, durante la tercera jornada de La Liga, los dos onces madrileños se cruzaron en Butarque para firmar un récord histórico como los únicos equipos, junto a los alicantinos Elche y Hércules, que se han medido en las cuatro categorías del balompié ibérico. Lo mejor del asunto es que no decepcionaron, pues jugaron un partido trepidante decidido a siete minutos del final por un arreón del Getafe que dejó sin el liderazgo de La Liga al Leganés.

De inicio, fue un duelo rígido, marcado por las estrategias y con muy poco flujo de la pelota. Los azulones se plantaron en el campo con solidez pero sin brillo, y su juego se enfocó en destruir la circulación de los pepineros, consternados por la falta de espacios y la incertidumbre de recibir un golpe al contraataque. Con ese desarrollo, el choque llegó justo a las orillas que pretendía Bordalás, quien ideó en su cabeza un encuentro posicional, sin balón, en el que los rivales corrieran mucho más y se desgastaran, tanto física como psicológicamente. El plan dio resultado en toda la línea, porque el Leganés movió la bola y rondó la meta de Vicente Guaita, pero el verdadero peligro lo tenían en su retaguardia. A su última línea la inquietó la velocidad del japonés Gaku Shibasaki, cuyos remates se perdieron en el espacio, pero probaron que el Getafe no estaba tan dormido en cuestiones ofensivas.

En medio de esa batalla táctica, solo una genialidad podía abrir el derby, algo que sucedió gracias al uruguayo de 21 años Mauro Arambarri, quien había marcado los tiempos en defensa y cortado un sinfín de balones en la medular. El charrúa sacó un misil indetenible que se coló por la escuadra de Cuellar, inamovible ante el disparo de casi 30 metros. Seco y con mucho efecto la bola retumbó las redes de Butarque y silenció una parte del sur madrileño, mientras la otra estallaba al ritmo de vítores. Corría el minuto 38, y como todo golazo, su efecto duró algún tiempo, aprovechado por el Getafe para controlar las acciones y caminar con equilibrio. Sin embargo, el descanso animó al Leganés, que se lanzó por la remontada, la cual estuvo a punto de conseguir. Con el mismo guión de la primera parte, pero con mayor cansancio de los azulones y más voluntad de los pepineros, estos igualaron por insistencia, en una jugada rara en la que Diego Rico remató dos veces al arco y se encontró en ambas ocasiones con Guaita, quien ya después no pudo frenar a Miguel Ángel Guerrero tras el segundo rebote.

Cualquiera pensaría que el Leganés, victorioso en sus primeros encuentros de La Liga y aupado por los rugidos de Butarque, le daría la vuelta al asunto, pero justamente Guaita se encargó de acabar con sus sueños. Tan solo siete minutos después del empate, Gabriel Pires realizó un gran control en el área y luego se dejó caer para que Álvarez Izquierdo cantara un penal inexistente. El Getafe protestó y la decisión, sin auxilio del VAR, se mantuvo, solo que la justicia poética se dio una vuelta por el sur de Madrid y le dio fuerzas al portero del Getage, quien atajó el tiro raso de Guerrero. Fallar desde los 12 pasos en un Derby puede ser mortal, y el Leganés lo comprobó a poco del final, cuando Álvaro Jiménez, quien había entrado para la última media hora, liquidó el asunto con otro zapatazo cruzado y seco desde fuera del área.

Las redes volvieron a temblar y el Geta ganó por primera vez esta temporada, y ganó en el estreno del Derby en la máxima categoría. A pesar de tener cuatro puntos y el Leganés seis, ellos podrán presumir durante los próximos meses de haber triunfado en el duelo del sur de Madrid en Segunda Regional, Primera Regional, Tercera división, Segunda B, Segunda y, por último, en Primera. Tras este choque, los dos seguirán luchando por mantener la categoría con ese espíritu inquebrantable que los caracteriza, el mismo que puede llevar la película fuera de las fronteras españolas con un derby en lides continentales. Ya lo avisó Oscar Fernández, el hombre que más partidos ha disputado con el Leganés: “Esto no acaba aquí, queda coincidir en Europa”.