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martes, 26 de septiembre de 2017

El Wanda es sinónimo de autoridad

Por Aliet Arzola

Las dos primeras presentaciones del Atlético de Madrid han mostrado las mejores virtudes del club rojiblanco, quirúrgico en ataque y un muro de contención en defensa. Si se quiere, a los colchoneros les falta pegada, pero no son pocas sus variantes ofensivas, y eso se pudo ver en el más reciente duelo contra el Sevilla, que sufrió la magia de Antoine Griezmann y Yannick Carrasco y salió sin una renta muy negativa, porque Vietto está muy lejos del nivel rojiblanco, Correa salió solo unos minutos y Diego Costa reposaba en la grada, desde donde saldrá como un león en enero… pueden apostar.

En un momento de pura gracia para la institución madrileña, el duelo con el Sevilla llegaba cual prueba exigente, porque los andaluces andaban invictos en La Liga, con un plantel repleto de jugadores, en su mayoría, subvalorados y muy rentables. De trasfondo estaba también el caso Vitolo, quien había renovado con los de Nervión y después se marchó cedido hasta enero a Las Palmas, cuando el Atleti puso el dinero de su cláusula de recisión. Esos eran ingredientes que calentaban el partido para los anfitriones, que solventaron el asunto con mucho temple, apegados al plan táctico del “Cholo” Simeone, quien de nuevo dio una clase magistral de manejo y motivación de su plantilla. Su único error, quizás, fue darle la titularidad a Luciano Vietto, chico que no está al mismo ritmo frenético de los colchoneros, y eso se nota demasiado cuando juega al lado de auténticos espartanos.

Vietto permaneció a la sombra de Griezmann y Carrasco arriba, quienes percutieron una y otra vez, apoyados en su velocidad, instinto y hambre de confirmar que el Atleti es el candidato eterno a disputar la supremacía de Barcelona y Real Madrid. Ellos martirizaron a la última línea sevillista, aunque realmente el dominio atlético se fraguó en la media cancha, donde Gabi ejerció de mariscal y recuperó su papel de líder, eso que por momentos parecía había perdido ante el brío de Koke, Saul o Thomas, los más jóvenes de una medular que va para hacer historia.

Pero Gabi demostró que todavía puede aportar y mucho, aunque de eso ya era consciente Simeone, quien le entregó los galones y dejó a Thomas en la banca, también pensando en el venidero compromiso de Champions ante el Chelsea, el estreno europeo del Wanda. Respondiendo a la confianza, el capitán, quien cumplía 400 duelos en Primera división, manejó los tiempos y el partido se jugó a la velocidad que él determinó, ahogando a Banega y Nzonzi. Excelente resultó el acompañamiento de Koke y Saul, quienes se alternaron en las bandas y dieron más profundidad al plantel.

Los goles llegaron fruto de la persistencia rojiblanca y del talento de sus jugadores, sobre todo de Carrasco, que corrió a gran velocidad, mostró su eléctrico regate y remató con mucho tiempo ante una defensa andaluza que estuvo muy lejos de la jugada. Según Berizzo, el técnico de los visitantes, fue desafortunado el desenlace de la acción que otorgó el primer gol al Atleti, aunque la realidad es que tarde o temprano llegaría la ventaja de los locales, quienes asediaron en todo momento.

Con el Wanda rugiendo tan alto que se removían sus frescos cimientos, los colchoneros se fueron arriba, se gustaron y con un fútbol muy efectivo armaron su segundo tanto, en el cual se vio la visión y profundidad de los pases filtrados de Koke, la habilidad de Carrasco para desmarcarse y la calma de Griezmann en el centro del área, donde, de espaldas al arco, no actuó a lo loco y cedió el balón atrás a Filipe Luis, quien se lo devolvió como un fino 10. El resto lo pueden imaginar, remate de zurda del francés que se coló por debajo de los pies de Sergio Rico, abatido y enterrado por la marea rojiblanca.

En la retaguardia, el Atlético mostró su seguridad de siempre, con Vrsaljko, Savic y Lucas, tres muros que limitaron la movilidad sevillista. Lucas fue la sorpresa en el once, pues Godín estaba disponible, pero con su titularidad se confirmó la voluntad del “Cholo” de mantener enchufados a toda su plantilla ante un calendario muy duro hasta enero, cuando ya podrán activar a Diego Costa y a Vitolo.