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miércoles, 20 de septiembre de 2017

Emerge una nueva isla... de basura

Por Jacky

La indolencia sigue siendo la mayor fuente de contaminación ambiental. Esta vez los científicos han advertido de las consecuencias que tendrá el reciente descubrimiento de la nueva isla de plástico en el océano Pacífico. La mancha de basura tiene una superficie de más de 2 millones de kilómetros cuadrados, dimensiones que se corresponden con el tamaño de México y superan las de Colombia. La mayoría de los plásticos detectados y que conforman la isla no son visibles. El mayor peligro de la contaminación por microplásticos es que estos materiales penetran en la cadena alimenticia de las especies marinas, lo que pudiera ocasionar mutaciones.

La superproducción y superpoblación mundial tiene claros efectos en el medio ambiente, y no son suficientes las campañas para concientizar a las personas o los intentos por subsanar los daños. La indolencia sigue siendo la mayor fuente de contaminación ambiental. Esta vez los científicos han advertido de las consecuencias que tendrá el reciente descubrimiento de la nueva isla de plástico en el océano Pacífico.

La organización sin ánimos de lucro Algalita Marine Research Foundation, con sede en Long Beach, California, Estados Unidos, ha desarrollado una expedición por seis meses en el Pacífico Sur. En esta expedición, el equipo de investigadores descubrió una enorme concentración de plástico localizada cercana de las costas de Chile y Perú, en América Latina.

La mancha de basura tiene una superficie de más de 2 millones de kilómetros cuadrados, dimensiones que se corresponden con el tamaño de México y superan las de Colombia. De acuerdo a lo señalado por los oceanógrafos, la mayoría de los plásticos detectados y que conforman la isla no son visibles. El mayor peligro de la contaminación por microplásticos es que estos materiales penetran en la cadena alimenticia de las especies marinas, lo que pudiera ocasionar mutaciones.

Según Charles Moore, fundador de la organización Algalita Marine Research Foundation, durante una entrevista con Rusia Today, existen otros peligros asociados a la mancha del Pacífico. Ha señalado que el plástico se ha convertido en el producto más común de la vida de las personas, de manera silenciosa y tras una cortina de ignorancia, sin embargo las consecuencias de su uso se han mantenido desconocidas hasta ahora.

El especialista añadió que los plásticos desechables no tienen a dónde ir a parar después de terminar su vida útil, que incluso puede durar unos minutos. Es por ello por lo que estos materiales terminan en el agua del mar, además, los ríos y playas están dando un montón de plástico al ambiente marino.

Moore recordó que la presencia de plástico en aguas marinas puede calentar la superficie del océano. Esto viene dado por el hecho de que el plástico puede acumular calor y aumentar la temperatura del agua hasta incluso superar la del aire, influyendo en el cambio climático. Una consecuencia de este proceso, el especialista señaló que el plástico puede contribuir a la formación de tormentas más grandes como las que hemos visto recientemente, refiriéndose a los huracanes Harvey e Irma.

Según estimaciones de los científicos, unos 10 millones de toneladas de basura al año terminan en los mares y océanos del mundo. Por lo general, las llamadas islas de basura se pueden encontrar en los giros oceánicos, donde convergen las corrientes marinas y el agua entra en calma. La mayor dificultad para encontrar las manchas contaminantes en un mapa está dada porque resulta imposible apreciarla en radares o fotografías por satélite.

Martín Soto Jiménez, especialista del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología de la Universidad Nacional Autónoma de México, afirmó que la vida en el planeta comenzó en el agua y la contaminación en los mares nos afecta como especie, pues la mitad de la actividad productiva del mundo depende de estos ecosistemas y de su preservación.

De acuerdo con los científicos, este fenómeno deriva del descuido e irresponsabilidad de las personas, pues cientos de desechos sólidos llegan a través de ríos o playas abandonadas a los océanos, y una vez que llegan a estos, las manchas contaminantes son atrapadas por corrientes marinas y se detienen en los giros oceánicos, fundamentalmente en el giro del Pacífico Norte.

El fenómeno de las islas de plásticos se repite, aunque en menor proporción, en el Pacífico Sur, el Océano Índico y los giros del Atlántico Norte y Sur. En cada uno de estos casos, las consecuencias en los ecosistemas y la salud humana son alarmantes y, por supuesto tienen una incidencia negativa.