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miércoles, 6 de septiembre de 2017

¿Es el móvil nuestro nuevo amor?

Por angelica

El conflicto entre el amor al celular y el amor humano es tan común que tiene su propio léxico. En inglés, la palabra phubbing se utiliza cuando ignoras a tu pareja porque prefieres usar tu móvil. Si estás ignorando a una persona usando cualquier tipo de tecnología, se llama tecnoferencia. Una canción popular de Lost Kings pregunta: “¿Por qué no sueltas ese maldito celular?”. y es que este forma ya parte de nuestras vidas, podemos llegar a considerarlo una tercera parte de nosotros.

Tenemos una relación casi amorosa con nuestros teléfonos celulares, nos pasamos el día con ellos, dormimos con ellos, comemos con ellos, los atendemos, los protegemos, los revisamos más de 40 veces al día... Y los amamos por motivos perfectamente comprensibles: nos anuncian los cumpleaños de nuestros amigos, nos comentan sobre el clima, la hora, nos consiguen citas, nos proporcionan música….. en fin… que casi alivian esa soledad y ansiedad que nos da la realidad contemporánea, dado el hecho de probablemente estés leyendo esto en tu móvil.

Pero esta “relación” en exceso puede ser perjudicial si llega a los niveles de enajenación e interfiera con las relaciones interpersonales que provoca una intimidad morbosa, la conversación cara a cara con tu amigo, pareja, amante…

En inglés este conflicto entre el amor al celular y el amor humano es conocido como phubbing y se utiliza cuando prefieres usar tu celular e ignoras a tu pareja. Pero ¿qué es lo que nos une? Para empezar creo que nos estamos haciendo algo más que fotógrafos profesionales con toda la sarta de selfies y fotos que hacemos con la cámara. Nos volvemos más puntuales y respondemos con mayor frecuencia gracias al acceso al calendario y al mail. Además de –claro está- la obvia distracción con los juegos porque no todo puede ser trabajo o comunicación.

Pero ya sea un Iphone, Samsung, Alcatel, Motorola…la clave para cualquier relación saludable es estar ahí, presente, y no ausente metido en tu móvil o revisándolo constantemente. Estudios recientes indican que un 70% de las mujeres opinaron que los teléfonos inteligentes estaban afectando de manera negativa su relación de distintas maneras.

Con esta incesante búsqueda de conexión mediante los nuevos mecanismos tecnológicos, a la larga alejamos a nuestras parejas toda vez que interrumpimos una conexión biológica de banda ancha, mostrando evidentemente que falta algo. Amén de la necesidad que suscita la conexión ya sea por cuestiones de trabajo, amorosas, negocios…ya va siendo hora de designar espacios o zona sin celular en casa, espacios neutrales donde se haga necesaria la comunicación verbal y progrese las conversaciones y las compañías de maneras  satisfactoria y empática.

Nuestro mundo digital debería ser moderadamente  distintivo de una relación personal. Muchas personas se convierten en esclavos de los dispositivos que no les permite tener tiempo para vivir la vida y la gente que aman. Piénsalo de esta manera: cada hora que pasas con tu móvil u otro dispositivo, es un tiempo sedentario en el interior de tu casa. Las pantallas nos roban toda la atención y aunque sí, se hacen necesarias tenerlas, también se torna imprescindible mantener una vida social saludable.