España, la fábrica de armas de Arabia Saudí e Irak
Los votos de PP, PSOE y Ciudadanos han hecho posible que España continúe vendiendo armas a Arabia Saudí e Irak. Si bien el Congreso rechaza la venta de este tipo de material a aquellos países donde haya represión interna o cualquier tipo de indicio lógico de violaciones de derechos humanos, Irak y Arabia Saudí seguirán estando entre sus compradores. Se rechaza así la propuesta de bloqueo a estos dos países que propuso la oposición en la Cámara Baja. Desde Unidos Podemos se lamenta el sí a países que según la formación morada llevan a cabo “violaciones de los derechos humanos”.
España seguirá vendiendo armamento a Irak y Arabia Saudí. Así los ha decretado el Senado donde los votos han dicho no a vetar esta relación de compra. Tanto PP como el PSOE y Ciudadanos se han mostrado partidarios de continuar vendiendo armas a ambos países asiáticos.
La Cámara Baja ha acogido este debate durante la Comisión de Defensa en donde se han presentado las distintas propuestas de resolución desplegadas por los distintos grupos parlamentarios. Las ideas han sido resultas tras conocer el informe sobre la exportación de material de defensa y tecnología de doble uso del pasado año. El veto que desde la oposición se propuso para cesar la vente de armamento a Arabia Saudí e Irak no ha salido adelante aunque desde el Congreso se ha querido rechazar que España no llevará a cabo operaciones de venta de armas en aquellos lugares donde la represión interna sea una realidad y existan señas racionales de violaciones de derechos humanos.
Según el informe, elaborado por la Secretaría de Estado de Comercio, el Gobierno de España autorizó la venta de armas por valor de 116 millones de euros durante el pasado año a Arabia Saudí. De dicha venta, un 84,94% fue destinado a las Fuerzas Armadas, el 11,83% a la Policía y el 3,23% restante a empresas públicas del país. Sin embargo, en el caso de Irak, donde el Gobierno destinó armas por valor de 52,7 millones, solo tuvieron un destino: las Fuerzas Armadas.
Pero es la venta a Arabia Saudí la que más protestas parlamentarias levanta entre la oposición dado la inmersión del país del Golfo en la Guerra de Yemen donde ha sido acusado de llevar a cabo diversas violaciones de los Derechos Humanos en sus ataques contra la población civil. Aunque desde el Gobierno se asegura que “no tiene conocimiento” sobre que las armas vendidas hayan acabado siendo utilizadas en dicho conflicto, desde Greenpeace, FundiPau, Amnistía Internacional y Oxfam Intermón se pide el cese de dichas aportaciones a través de un informe donde se especifica que dichas licencias referentes a lo vendido a Arabia Saudí fueron acompañadas de certificados de último destino “con estrictas cláusulas de no reexportación o uso fuera del territorio del país”.
