Europa tratará de evitar la violencia en Cataluña
El Gobierno de España ha pedido a sus socios de la Unión Europea apoyo y colaboración para evitar la llegada a Cataluña de grupos violentos. A lo largo de estos días, el Ministerio del Interior ya ha registrado movimientos de formaciones radicales antisistema que proceden, por lo menos, de tres países distintos. Europa colaborará con España para tratar de evitar cualquier tipo de violencia hasta la celebración de la consulta independentista del 1 de octubre. Desde el Ejecutivo central se ha dado la orden de operar con moderación e huir de las acciones agresivas.
La situación en Cataluña se va tensando más según se acerca la fecha elegida en el calendario por la Generalitat para llevar a cabo el referéndum secesionista, ya declarado ilegal por el Tribunal Constitucional. Será el próximo día 1 de octubre cuando Cataluña se convierta en el centro de la noticia y la información. Un día complejo donde se esperan movilizaciones en las calles y posibles enfrentamientos entre quienes están a favor de esta consulta y quiénes no. Es por ello que el Ministerio de Interior trabaja a fondo para controlar los posibles conatos de violencia que pudieses surgir en las calles hasta el próximo domingo. Pero la crisis política y social que está suponiendo el desafío independentista cobra también una dimensión y preocupación internacional. Y es que en los últimos días se han registrado toda una serie de movimientos de grupos radicales antisistema, al menos de tres países distintos, hacia Cataluña. Una oportunidad de oro para estas formaciones que, utilizando el referéndum, quieran dar a conocer sus quejas.
Así, el titular de Interior, Juan Ignacio Zoido, ha pedido el apoyo a sus socios de la Unión Europea para intercambiar información que permita conocer de primera mano a estas formaciones y a sus integrantes. La libre circulación de personas en la Unión es un derecho insoslayable pero con la información recabada se permitirá identificar a quienes quieran entrar en España y detener el paso a aquellos que puedan traer consigo actos violentos a Cataluña.
Situación tensa la que se vivirá en estos días y para la que desde el Gobierno y la sede de Génova se pide moderación. Se asegura que se trata de una crisis de orden político y como tal no ha de derivar en algo distinto. Sí al discurso firme por parte de los partidos políticos pero sin llegar a ningún tipo de actitud agresiva. Huir de la ofensa a la sociedad catalana es lo mandado desde la sede de los populares en Madrid.
