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miércoles, 20 de septiembre de 2017

Explota la sociedad Messi-Paulinho

Por Aliet Arzola

A falta de Neymar, de Luis Suárez (con un lento arranque de temporada) o de Dembelé, lesionado hasta principios del próximo año, Leo Messi ha encontrado otro socio perfecto en el Barcelona, y curiosamente es brasileño. Paulinho, uno de los fichajes del conjunto catalán en el pasado verano, asoma ahora como el escudero del argentino, con quien se ha entendido sin contratiempos pese a llevar muy pocos días en Barcelona. Ya habían dado pistas desde el último fin de semana, cuando una asistencia de Messi regaló a Paulinho la opción de anotar su primer gol enfundado en la casaca azulgrana, pero este martes, contra el Eibar, carburaron a todo gas y dejaron el mejor episodio del equipo en la actual temporada con victoria 6-1.

Ante un once de media tabla que había conseguido par de victorias en los primeros cuatro encuentros de La Liga, el Barça sacó la artillería pesada, la cual, en honor a la verdad, se basa únicamente en Messi. El sudamericano lo hace todo en el frente de ataque y si es necesario retroceder en la cancha para crear, puede hacerlo también sin dificultad. Su impacto en el juego del Barcelona es inmenso, y en estos últimos meses se ha notado más con la baja de Iniesta, la partida de Neymar, la inestabilidad de Suárez y el pálido rostro de los potenciales socios del banquillo.

Pero afortunadamente para él, ha logrado gran compenetración con el brasileño Paulinho, sobre quien están centradas muchas esperanzas luego de su fichaje proveniente del circuito chino. El mediocampista, uno de los fijos de la cararinha (clasificada para el Mundial de la mano de Tite), recibió por fin la oportunidad de ser titular y no desencantó a los parciales del Camp Nou, quienes pudieron disfrutar con la velocidad del carioca, su fuerza en el juego aéreo, su gran compostura física, su remate, poder de asociación y hasta visión.

Paulinho, luego de un arranque algo tibio en el calor del feudo catalán, tardó algo en tomar las pulsaciones al duelo contra el Eibar, pero luego del penal (que no era) cobrado por Messi, crecieron las asociaciones entre el brasileño y el argentino, este último autor de cuatro goles que lo confirman como el pichichi del certamen doméstico. El recital de Paulinho incluyó de todo, porque se mantuvo firme en sus funciones de mediocampista barriendo lo que encontraba a su paso en cooperación con Busquets, y también se lanzó al frente con solidez y mucha claridad, sin aspavientos ni lujos innecesarios. Marcó un tanto de cabeza a la salida de un corner y además sirvió a Messi en continuadas ocasiones, con particular destaque para la bola que dejó pasar en la medular, la cual Messi tomó en carrera y fulminó al meta del Eibar.

Válido señalar que Messi no fue el único que se llevó a casa el mérito de anotar un saco de goles en la jornada de mitad de semana, porque también el italiano Simone Zaza lanzó al Valencia con un hat-trick en Mestalla que coronó la victoria ché (5-0) sobre el alicaído Málaga, en el fondo de la clasificación. Para el resto de la fecha quedan detalles importantes por vivir, pues Cristiano Ronaldo vuelve con el Real Madrid tras su sanción, mientras Vitolo se reencontrará con la afición del Sevilla en el Pizjuán tras su estampida de Andalucía en el verano rumbo a Las Palmas, el puente antes de recalar en el Atlético de Madrid el venidero invierno.