Hitler amaba a los animales
Asesino de su propia especie. Exterminador de otras especies animales. Autor del cambio climático. Culpable de derrames de productos químicos en lagos o mares. Causante de que miles de bosques se incendien o desaparezcan debido a la inmisericorde tala de árboles. El ser humano se ha encargado de terminar con su mundo y los daños siguen presentándose en estos instantes. Lo anterior ha movido a la Asamblea General de las Naciones Unidas para proclamar el 3 de marzo como Día Mundial de la Naturaleza, con la finalidad de crear conciencia entre los países y la población de la importancia de tomar medidas para salvaguardar los recursos naturales de un planeta en deterioro.
Hitler también tuvo su lado humano. Si, ese gran dictador, asesino de multitudes, protagonista en la quema de miles de bosques, culpable del derrame de productos químicos, autor del cambio climático y de los campos de exterminio así como eje principal en la realización de un millón de desastres más, también protector de los animales. Y es que según se conoce, fueron los Nazis los primeros en legislar leyes contra la vivisección, caza y por el bienestar animal.
Las leyes de la nacional-socialista se elaboraron en los tres primeros años del régimen, la primera data de 1933 y se denomina Ley de Protección de los Animales, un año después se certifica la Ley del Reich de la Caza y en 1935 la Ley de Protección de la Naturaleza, que entre otros temas creó un apartado especial para transportar animales en automóviles, ordenó la manera menos dolorosa de herrar a los caballos y buscó hacer menos dolorosa el modo de cocinar una langostas evitando que se cocieran vivas. Pero hay más, el gobierno de Adolf Hitler fue el primero en la historia de la humanidad en prohibir la práctica de la vivisección.
La naturaleza y los animales así como pertinente protección gozaban de gran importancia dentro del nacional socialista ya que sus principales dirigentes están vegetarianos y abogaban por las leyes ecológicas y de bienestar animal. Las leyes actuales instituidas en Alemania y en otros países son variaciones de las normativas introducidas en ese aspecto por los nazis. Para la raza aria era un deber ineludible preservar la tierra, bosques, ríos, flora y fauna así como salvarlos del refugio y sostén.
Sobre Hitler se conoce también amaba a su perra Blondi a tal punto que no admitía se fumara en su presencia. Cuando compartía la mesa con personas que gustaban de la carne, les describía con lujo de detalle los horrores del matadero. El mismo declaró que “En el nuevo Reich no debe haber cabida para la crueldad con los animales. Por su parte, el respeto a los animales está dado no por su visión utilitarista desde el ser humano, sino por su valor intrínseco”
No es mi objetivo defender un régimen que torturó y asesinó a millones de seres humanos convirtiéndose en una de las crueldades más grandes en la historia de la humanidad, pero tampoco me parece justo hacernos la vista ciega sobre el proteccionismo animal pionero de ese sistema. Así que como lo señalamos al inicio de nuestro texto, la protección animal durante el régimen de Hitler también son parte de esa historia que resulta importante rescatar.
Fuentes
