Enviar por email

tu nombre: email destino: mensaje:
Nombre de Usuario: Email: Contraseña: Confirmar Contraseña:
Entra con
Confirmando registro ...

Edita tu perfil:

Usuario:
País: Población: Provincia:
Género: Cumpleaños:
Email: Web:
Como te describes:
Contraseña: Nueva contraseña: Repite contraseña:

miércoles, 27 de septiembre de 2017

Japón se justifica ante la caza ilegal de ballenas

Por LisyFa

Alegando supuestos fines científicos, los japoneses han matado a 177 ballenas en el Pacífico, en la costa noreste del archipiélago. De acuerdo con funcionarios del país nipón, la caza de ballenas es “necesaria” para estimar la cantidad de potenciales capturas a largo plazo, en un intento por reanudar algún día la pesca comercial, que está prohibida por el peligro en el cual se encuentra esa especie.

Lo cierto es que, a pesar de que Japón firmó la moratoria de caza de ballenas de la Comisión Ballenera Internacional (CBI), dice que recurre a ella con fines de investigación, tanto en el Pacífico como en el Antártico. Organizaciones medioambientalistas y defensoras de los cetáceos han denunciado ese argumento, pues estiman que Tokio utiliza de manera deshonesta una excepción de la moratoria de 1986.

Recordemos que en el año 2014, la Corte Internacional de Justicia ordenó al gobierno japonés poner fin a la caza en aguas del Antártico, estimando que no cumplían los criterios científicos exigidos. Entonces, el país asiático ya había anulado su campaña de invierno de 2014-2015, pero violando las normas internacionales reanudó la pesca al año siguiente.

El Antártico fue escenario de choques entre los balleneros japoneses y los defensores de los cetáceos, hasta que la organización ecologista Sea Shepherd anunció el mes pasado que renunciaba a hostigar a los balleneros japoneses en el Sur, reconociendo sus propios límites frente a la potencia marítima nipona.

Mientras tanto, Noruega, que considera que la moratoria de 1986 no la alcanza y a la que se opuso, e Islandia, son los únicos dos países en el mundo que practican abiertamente la caza comercial de estos animales. Japón, por su parte, intenta demostrar que la población de cetáceos es lo suficientemente grande como para soportar que se reanude la caza comercial.

La caza de ballenas es centenaria en Japón, por lo cual el consumo tiene una antiquísima tradición. La industria ballenera tuvo su auge una vez finalizada la Segunda Guerra Mundial, puesto que entonces las ballenas aportaban proteínas a los habitantes del país, en crisis. No obstante, la demanda de los consumidores japoneses cayó considerablemente en los últimos años, y eso es lo que hace dudar del supuesto sentido de las tantas misiones científicas.