La Champions saca su artillería pesada
Real Madrid, Sevilla, Manchester City o Tottenham enseñaron parte de su arsenal el martes, en el inicio de la segunda jornada de la Champions League, y otros serios aspirantes al trono del fútbol europeo mostraron sus armas este miércoles. El PSG pasó su primer gran examen del año ante un rival de alcurnia como el Bayern de Munich, el Barcelona, de nuevo amparado en goles del contrario, mantuvo su invicto desde el inicio de la contienda, mientras Manchester United y Chelsea carburaron lejos de casa, los segundo en el estreno en Champions del Wanda Metropolitano. Para cerrar la corrida de los favoritos, la Juventus, vigente subcampeón, ganó sin mucho brillo al Olympiakos.
Europa lejos de Barcelona. Las últimas salidas en la competencia continental del Barca no han sido nada del otro mundo. Todos han olvidado el 4-0 que sufrieron el pasado año en París por la espectacular remontada ante el PSG, pero si sumamos ese encuentro y la posterior derrota 3-0 ante la Juve en Turín, los catalanes ya andan por tres partidos consecutivos sin anotar gol en casa ajena.
Sí, porque ante el Sporting de Lisboa este miércoles, si bien ganaron, su tanto llegó por un rechace del uruguayo Sebastián Coates que metió la pelota en su marco. Fuera de eso, los azulgranas no mostraron mucho más en el Alvalade, donde las mejores notas se las llevaron Umtiti, Semedo y Sergi Roberto, más suelto en el medio. Messi no dio noticias, pero lo cierto es que los catalanes, de ocho duelos, incluyendo los seis de La Liga, han rescatado todos los puntos.
Morata derriba la puerta del Wanda. El romanticismo del fútbol es un hecho que no se puede negar. De lo contrario, cómo podríamos explicar que el primer gol de un rival en el nuevo santuario del Atlético de Madrid lo marcará un jugador español con pasado en el Real Madrid: Álvaro Morata. El delantero, quien milita ahora en el Chelsea, derrumbó la puerta de Oblak y decretó el empate para los Blues, que perdían desde la mitad inicial por gol de penal de Griezmann. Sin embargo, el Atleti estuvo muy lejos de dominar el encuentro ante la nave de Antonio Conte, cuya dotación de todocampistas compuesta por Cesc, Bakayoko, Victor Moses, Marcos Alonso y Kante terminó por asfixiar a los rojiblancos, que también quedaron impactados por la magia de Hazard. Muchas fueron las ocasiones del Chelsea, que tardó en abrir la cuenta, pero finalmente lo lograron gracias a Morata. Al final del encuentro, el Atleti y todo el Wanda firmaban el empate, pero una de las tantas (y raras) desatenciones defensivas de los colchoneros le permitió a Batsuayi rematar la faena para un 1-2 nefasto en tierras madrileñas. Ahora los rojiblancos solo tienen un punto en su grupo.
Mbappé es la estrella del PSG. Neymar podrá haber costado 222 millones y Cavani podrá ser el amo del PSG, pero la verdadera estrella del conjunto es Kylian Mbappé. El joven galo ejerce de mediador en el plantel, porque no está inmiscuido en ningún conflicto interno ni tiene diferencias con los pesos pesados. Mbappé ha salido del rifirrafe (ya solucionado en apariencia) entre Neymar y Cavani como el modelo ejemplar, como el chico talentoso que no se le suben los humos a la cabeza. Su calidad, además, es impresionante. Ante el Bayern quebró a Alaba en el tercer tanto y con campo abierto dio un recital, sobre todo por su visión y compañerismo. Con el tremendo impacto de su juego, el PSG desarticuló al gigante teutón, que de poco le sirvió tener la pelota, porque no crearon excesivo peligro y quedaron muy descubiertos en el fondo, más ante una delantera poderosa como la del París. Al PSG de Emery se le ve muy sólido, aunque le falta circulación y creación en el medio; su juego depende en exceso de la inspiración de los atacantes, y eso le puede pasar factura ante un conjunto que domine la pelota y rompa su última línea.
Lukaku conduce al United. Entre lesiones y las lógicas dudas que genera un equipo que todavía no ha asentado una idea futbolística. El técnico José Mourinho tiene un hombre que lo salva de cualquier contratiempo: Romelu Lukaku. El delantero del United, fichado por más de 80 millones de euros, anda de dulce y hasta ahora ha logrado una eficiencia goleadora a la altura de su precio, no solo por la cantidad, sino por los momentos en que ha logrado anotar. El belga es el abrelatas por excelencia para Mourinho, como en el duelo de este miércoles ante el CSKA Moscú, en el que consiguió un doblete para apuntalar el 1-4 final. Poco a poco Mourinho va moviendo sus piezas y espera encontrar, más temprano que tarde, el esquema y los efectivos que mejor lo pongan en práctica. Todavía el Manchester United no ha dado lo mejor de sí, pero van por el camino correcto, en el cual Lukaku indica el rumbo con sus goles.
