La clave para un sitio web exitoso
Visitar un sitio web es un hecho tan cotidiano que por lo general las personas no son conscientes de todas las especialidades que intervienen para que tengamos una experiencia satisfactoria al interactuar con estos productos. Estas especialidades se agrupan bajo una abarcadora disciplina conocida como Diseño de Experiencia de Usuario, que tiene como objetivo fundamental determinar cuáles son los elementos necesarios para que un sitio o aplicación esté bien estructurado, sea accesible y fácil de usar. Los usuarios de Internet se encuentran ante un gran número de opciones y se deciden por aquellas que le ofrecen una mejor experiencia de navegación. Por esta razón el diseño e implementación de sitios web se ha convertido en un abarcador campo de estudio en el que intervienen numerosos factores, encaminados a lograr una experiencia de usuario favorable.
El concepto de la experiencia del usuario tiene su origen en el campo del Marketing. Puede definirse como la sensación, respuesta emocional, valoración y satisfacción del usuario respecto a la interacción con un entorno, servicio o producto concretos. Los especialistas de este campo cuidan al detalle cada una de las opciones de navegación y estudian las posibles reacciones que producirán estas opciones. La clave del éxito consiste en seguir un esquema integrador que debe partir del estudio de los objetivos que tendrá el sitio web y del análisis del tipo de público que se espera que lo visite. Otros elementos a tener en cuenta son: los requerimientos funcionales y de contenido; la arquitectura de información; el diseño de interacción, de navegación y de la interfaz; y el diseño visual que tendrá el sitio una vez terminado.
Uno de los expertos más reconocidos en este campo es Peter Morville, quien ha definido las facetas que debe cumplir un sitio web, estas facetas están en correspondencia con varias áreas de desarrollo profesional en las que se trabaja de conjunto durante la creación de una web. En primer lugar está el Diseño de Interacción que consiste en analizar y definir, tanto de la interacción de los sistemas de computación con los seres humanos como la experiencia de estos al utilizarlos.
Por otra parte se encuentra el Diseño de Información que recolecta datos y los transforma en información digerible presentándola visualmente. También tenemos la Encontrabilidad que no es más que la capacidad que tiene un sitio o aplicación web de ser encontrado o recuperado, tanto por los usuarios como por los sistemas de información, así como su navegabilidad y la facilidad de encontrar la información dentro del mismo. Otra de las especialidades es la Arquitectura de Información que se dedica a la organización, etiquetado, navegación y sistema de búsqueda que ayuda a los usuarios a encontrar y gestionar la información de manera efectiva.
Además, se encuentra la Usabilidad, que es el rango en que un producto puede ser usado por un grupo de personas para alcanzar ciertas metas definidas con efectividad, eficiencia y satisfacción en un contexto de uso específico. Por último está la Accesibilidad definida como la capacidad de acceso para todo tipo de usuario independientemente de sus discapacidades y del contexto de navegación, de modo que se pueda percibir, entender, navegar e interactuar con el sitio sin dificultades.
Todas estas actividades se organizan a partir de un proyecto que tiene cuatro etapas fundamentales. En primer lugar se desarrolla una Investigación para obtener toda la información posible sobre los usuarios y el producto a diseñar. Luego se procede a una fase de Organización donde se procesa toda la información para dar lugar al Diseño del producto. Por último se lleva a cabo una Prueba para verificar la calidad del diseño propuesto.
