La gasolina pierde su rol: coche ya no es sinónimo de contaminación
En un análisis completo de las principales causas de la crisis climática, los vehículos constituyen el puesto número 26 y se ha determinado que si para el 2050, el 16 por ciento de los propietarios de automóviles utilizan coches eléctricos, se evitará que la atmósfera fuera afectada por millones de toneladas de CO2. Aunque este plan costaría unos alrededor de 13 mil millones de dólares para implementarse, el mundo posteriormente ahorraría más de 9 mil millones en comparación con los gastos de los vehículos de combustión tradicional. Muchas organizaciones han aplaudido y se han unido a la iniciativa británica; sin embargo, consideran que 2040 es una fecha quizás un poco a largo plazo, y razonablemente esperan que, con el ritmo de los últimos años en la evolución tecnológica para los vehículos eléctricos, los motores de combustión interna no duren hasta el año 2040, por lo que la prohibición se establecerá por su propio peso.
Los efectos del cambio climático en la sociedad actual son perceptibles: ciclones, terremotos, tornados, huracanes, tifones, tsunamis, olas de calor, lluvias ácidas y muchos otros fenómenos naturales que se vienen repitiendo de manera constante en estos últimos años han dejado claro que la naturaleza está en peligro y con ella todo el planeta Tierra. A pesar de los millares de campañas que se vienen desarrollando desde hace décadas por una mayor protección del Medio Ambiente, la humanidad no reaccionó hasta que llegaron las verdaderas consecuencias y aún así todavía no se han eliminado totalmente los atentados contra el ambiente natural.
Pero ya son muchos los avances que se ven en la mayoría de los países por eliminar la contaminación que se desarrolla fundamentalmente en las grandes ciudades repletas de autos y otros medios de transporte y disminuir asimismo el impacto de los gases tóxicos a la atmósfera, causantes de numerosos estragos.
Desde hace un tiempo Francia tiene un papel vanguardia en cuanto a la protección del ambiente y la disminución de la contaminación. Desde hace ya varios años el gobierno francés dejó claras sus intenciones de prohibir la circulación de vehículos diésel en los próximos años, para así garantizar medios de transporte más sanos y aportar un poco a la protección del planeta.
El Reino Unido, también decidió ser un miembro más de esa carrera por ver quién es el primero que adapta sus calles al transporte libre de contaminación, por lo que ha seguido el ejemplo galo y ya anuncia que prohibirá la venta de vehículos gasolina y diésel en los mismos plazos que los franceses: hasta el año 2040. Un ejemplo a seguir en Europa que mantendrá en equilibrio la contaminación existente en el mundo y que quizás pudiera limitarla dentro de unos años, si otros países se suman a estas alternativas.
Ya existen varios en esa creciente lista de protectores de la ciudad y del Medio Ambiente, pues Reino Unido se une a ese creciente grupo de naciones que planean hacer de los coches eléctricos el ya catalogado como vehículo del futuro, que incluye igualmente a Holanda y Noruega con plazos de 2025 o Alemania e India, hasta el 2030.
La principal agencia de prensa británica, BBC, indica que el objetivo principal de la campaña es la eliminación de la contaminación del aire, pues el tráfico es el principal contribuyente al tóxico que domina actualmente las ciudades. Datos anteriores han demostrado que 40 mil personas en el país británico mueren cada año, resultado de complicaciones relacionadas con partículas tóxicas de los vehículos que provocan trastornos respiratorios. Por ello el gobierno del Reino Unido también ha anunciado que invertirán casi 4 mil millones de euros en un plan nacional de mejora de la calidad del aire, del que aunque todavía faltan detalles, ya se conoce que las medidas finales deberán publicarse en los próximos meses.
En un análisis completo de las principales causas de la crisis climática, los vehículos constituyen el puesto número 26 y se ha determinado que si para el 2050, el 16 por ciento de los propietarios de automóviles utilizan coches eléctricos, se evitará que la atmósfera fuera afectada por millones de toneladas de CO2. Aunque este plan costaría unos alrededor de 13 mil millones de dólares para implementarse, el mundo posteriormente ahorraría más de 9 mil millones en comparación con los gastos de los vehículos de combustión tradicional.
Muchas organizaciones han aplaudido y se han unido a la iniciativa británica; sin embargo, consideran que 2040 es una fecha quizás un poco a largo plazo, y razonablemente esperan que, con el ritmo de los últimos años en la evolución tecnológica para los vehículos eléctricos, los motores de combustión interna no duren hasta el año 2040, por lo que la prohibición se establecerá por su propio peso.
