Enviar por email

tu nombre: email destino: mensaje:
Nombre de Usuario: Email: Contraseña: Confirmar Contraseña:
Entra con
Confirmando registro ...

Edita tu perfil:

Usuario:
País: Población: Provincia:
Género: Cumpleaños:
Email: Web:
Como te describes:
Contraseña: Nueva contraseña: Repite contraseña:

sábado, 16 de septiembre de 2017

La identidad de género infantil no está influida por el tipo de familia

Por ElizabethF.

Desterrado el mito de una vez. No importa si los padres son heterosexuales u homosexuales. Ello no determinará ni afectará la identidad de género de los niños, y así lo expusieron un grupo de investigadores de la universidad de Kentucky dirigido por Rachel Farr. Los estudiosos analizaron en dos fases distintas el comportamiento de niños adoptados de unas 106 familias estadounidenses con parejas de madres lesbianas, parejas de padres gays y heterosexuales, durante el juego y el desarrollo. El estudio duró un buen tiempo, pues entre otros muchos elementos, los expertos se propusieron comparar con qué tipo de juguetes preferían jugar los niños adoptados que se encontraban en edad preescolar, y luego analizar la conformidad de género del comportamiento de estos mismos niños, pero cinco años más tarde.

A aquellos niños en edad preescolar, durante los análisis realizados, se les ofreció para jugar objetos tradicionalmente típicos de niñas y de niños, así como otros considerados neutros. Del mismo modo se les preguntó a los padres sobre las preferencias de juegos de sus hijos.

En los análisis realizados en edad preescolar, se ofreció a los niños juguetes tradicionalmente típicos de niños y de niñas, así como otros neutros. Además se preguntó a los padres sobre las preferencias de juego de sus hijos, por ejemplo si preferían juguetes rústicos, toscos, o más tranquilos.

Para cuando los pequeños rondaban los ocho años, comenzaron los investigadores la segunda fase, en la cual se les preguntó entonces sobre sus preferencias de juego, y destacaron como un elemento distintivo que muchos de estos pequeños ya tenían otros hermanos adoptados en sus hogares.

Lo más valioso del análisis, es que demostró que en todas las formas de familia, existían niños cuyo comportamiento era conforme a su género, como niños que no, y que además a lo largo de los años este comportamiento se había mantenido de manera constante.

De ahí la conclusión de Farr al afirmar categóricamente que no tuvo en los pequeños ninguna influencia significativa la orientación sexual de los padres y el tipo de familia que tenían estos niños. Solamente se mostró en todos los casos, hacia la edad escolar, un ligero giro típico de la edad hacia un comportamiento más conforme con el género.

Ello indica al parecer que no se necesita en lo absoluto un modelo masculino o femenino en el hogar para apoyar el desarrollo típico de género en niños adoptados, ni tampoco para impedir una inconformidad de género, de acuerdo con la investigadora.

Estos resultados son similares a los de otros estudios, como el llevado a cabo por la Universidad de Bamber, en Alemania sobre niños en familias homosexuales, el cual concluyó que el desarrollo de los niños en cuanto a la calidad de su relación con sus padres y su adaptación psíquica no se diferencia en ningún punto al de los hijos de familias tradicionales.

Por el contrario, apuntó Fabienne Hornfeck, del Instituto alemán de la Juventud de Múnich, que las diferencias existentes apuntan incluso a beneficios para los niños y jóvenes de parejas del mismo sexo', quienes tienen por lo general una mejor autoestima y más autonomía en la relación con sus padres.