La intolerancia religiosa lastra Río de Janeiro
La intolerancia religiosa está creciendo en Brasil. Tanto ha aumentado el problema que provocó protestas ante las agresiones contra quienes prefieren el culto a la religión africana. El pasado domingo miles de personas salieron a las calles del populoso Río de Janeiro para manifestarse contra el clima de intolerancia religiosa imperante en estos momentos en gran parte del gigante sudamericano. Varias pancartas colgaban desde los balcones de las principales avenidas cariocas y en muchos se podía leer que todos somos iguales ante la ley y ante los ojos del Creador. Seguidores y fieles del candomblé y el umbanda, dos cultos de las creencias de los esclavos africanos, han sido víctimas de las agresiones.
Muchos de estas agresiones han tenido lugar en las favelas, los barrios pobres de Río de Janeiro. Par de videos subidos y esparcidos por las redes sociales muestran a personas agrediendo a otras y diciéndoles de forma violenta que rompan las imágenes y los lugares de culto de sus santos, conocidos como “terreiros”, por el término en portugués.
Bastantes problemas tiene encima Río de Janeiro en particular y Brasil en general, para sumarle ahora el de la intolerancia religiosa. En el caso carioca la gente especula que los problemas aumentaron cuando asumió la alcaldía el obispo Marcelo Crivella perteneciente a la Iglesia Universal del Reino de Dios, la cual forma parte de las principales denominaciones evangélicas.
A la marcha para denunciar la situación se sumaron representantes y fieles de las diferentes denominaciones y cultos religiosos que hacen vida en Brasil: judíos, musulmanes, budistas, espiritistas y otros. Datos oficiales estiman que el año pasado se denunciaron 79 casos de intolerancia religiosa solo en Río de Janeiro. La cifra simboliza un peligroso aumento de 119 puntos porcentuales si se compara con el año 2015.
La prensa y los habitantes cariocas recuerdan el ejemplo de la niña de 11 años que fue apedrada cuando salía de un culto africano. El incidente se produjo en el año 2015 cuando los evangélicos le agredieron a la pequeña a gritos de “¡Diablo!” y “¡Jesús regresará!”. Son realmente inquietantes las muestras de intolerancia hacia aquellas personas que profesen una religión diferente a las normalmente “aceptadas”.
Brasil es el país con más católicos en el mundo. En el gigante sudamericano más de la mitad de la población de 202 millones de personas es negra o mulata. La herencia cultural de las raíces africanas ha dejado un sincretismo religioso que ha marcado el país de la samba y el fútbol. La religión es parte de la cultura de este país.
